«La economía social puede tener un papel dinamizador en el ámbito rural»
Las miradas hacia la situación del mercado laboral son constantes, porque las estadísticas que van saliendo nos dan una idea de la profundidad de la crisis económica que sufrimos a consecuencia de la pandemia y de las medidas restrictivas que se han ido tomando para paliar sus efectos.
Una de las más alabadas, por parte de los sindicatos, ha sido la de ayudar a empresas que se veían obligadas a parar su actividad y mandar a sus trabajadores a un ERTE. Gustavo García, director general de Trabajo del Gobierno de Cantabria, subraya que el empleo en esas empresas se va recuperando poco a poco, y por eso se ha pasado de tener unos 35.000 trabajadores en esa situación, a unos 8.000 actualmente. Lo ha hecho en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
Para paliar esta crisis se ha recurrido al diálogo social. En lo que va de pandemia, Gobierno, patronal y sindicatos ya han llegado a dos acuerdos para articular ayudas, algo que a García le parece fundamental, porque ese diálogo le parece «una herramienta de consenso».
En la dirección hacia el futuro, los Fondos Europeos para la Recuperación resultan una herramienta potente y útil para aumentar las posibilidades. El Gobierno mira hacia la economía social como un concepto interesante a explorar, «más allá de las cooperativas», y en parte porque puede tener «un papel dinamizador en el medio rural».
También le concede a la digitalización y la sostenibilidad el rango de «ejes fundamentales», algo marcado también por la UE y estos fondos que pueden servir de palanca hacia un modelo económico distinto del que hemos tenido en los últimos años.
En la entrevista se refiere también al asunto de la igualdad. Reconoce que la pandemia frenó la intención de avanzar en el ámbito laboral, pero cree que ahora es momento de «volver a negociar la implantación de planes de igualdad en las empresas».
García también cree que se debe apostar por «dignificar las relaciones laborales». Para eso se pretende mejorar en el aspecto de la negociación colectiva, incluyendo la robotización y la digitalización como temas que «deben formar parte de la negociación».