Juan Carlos Monedero es una de esas personas de las que se podría decir la frase tópica de que no deja a nadie indiferente. Ligado a Podemos desde su fundación, sigue siendo una voz relevante de ese partido, pese a que no sea un cargo electo ni tampoco parezca que lo vaya a ser en el futuro.

Ahora ese partido ha quedado descabezado, tras la marcha de Pablo Iglesias después de su resultado como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, donde logró que Podemos tuviera representación en la Asamblea madrileña, incluso con más diputados que en la pasada legislatura, pero no fue suficiente para que los partidos de izquierda lograran una mayoría para gobernar.

Ahora el partido está en pleno proceso de primarias, y el 13 de junio se sabrá el resultado y quién ocupa el lugar dejado por Iglesias. Ione Belarra es la principal candidata. Es quien ha sustituido a Iglesias en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y ahora opta a hacer lo propio al frente de Podemos.

En opinión de Monedero, Belarra tiene un perfil interesante, porque aporta un perfil más sosegado y sin «la necesidad testosterónica de los hombres de recibir reconocimiento». Ve en ella el espíritu del 15-M, del que se acaban de cumplir 10 años, según nos cuenta en una entrevista concedida a EL FARDIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, al hilo de su presencia este sábado en un acto de apoyo a Belarra.

El profesor de la Facultad de Ciencias Políticas  de la Universidad Complutense piensa que todavía se puede respirar ese movimiento ciudadano en la formación morada. «Tiene la tensión de no convertirse en un partido como los demás», reflexiona.

También cree que la decisión de Pablo Iglesias de abandonar la primera línea de la política y el liderazgo de Podemos llega en buen momento, porque «dos mandatos suele ser un periodo de tiempo correcto», y es el tiempo que estaba cerca de cumplir ya.

Recuerda Monedero, que también tiene su propio ‘late night’, ‘En la frontera’, en Público TV, que Belarra fue quien «negoció los gobiernos con el PSOE», lo que la convierte en la persona idónea, piensa, para tratar de que la marca de Podemos siga teniendo un espacio consolidado dentro de la política española.

Se muestra confiado en que el Gobierno de coalición, de quien se ha dicho en varias ocasiones que sufre habituales disensiones internas, aguante todo lo que queda de legislatura, hasta finales de 2023, «porque no hay alternativa», aunque «no por la bondad del PSOE ni de Pedro Sánchez», remarca.