Cuando López del Hierro cobraba de Liberbank
Ya ha pasado mucho tiempo desde que tuvo lugar esa relación, que fue más concretamente con Bancantabria Renting, una filial de Liberbank.
Se vivían los rigores más duros de la crisis financiera que arrancó en 2008 y de la que no nos dio tiempo a salir cuando nos topamos con la pandemia. Fueron tiempos difíciles para muchas familias, con el paro alcanzando niveles históricos en España y sin un paraguas suficientemente consistente para soportar el chaparrón.
En 2013 se tuvo conocimiento de que Ignacio López del Hierro «percibía una cantidad de dinero mensual nada desdeñable», como contaba este jueves Rafael Sebrango, ahora coordinador de Ciudadanos en Santander, en nuestra tertulia del día, en Arco FM.
Era la etapa en que Mariano Rajoy ya era el comandante del barco. Y le proporcionó un paraguas más sólido al sistema financiero español, con Bankia a la cabeza.
Mientras, íbamos conociendo noticias sonrojantes sobre las cosas que pasaban en las cajas de ahorro, esas entidades que tenían la obligación de apoyar causas sociales y que debían ser empresas más cercanas a la ciudadanía. Sin embargo, era habitual en esa época ver que había nombramientos en las cajas con un motivo más oculto.
La consecuencia fue que las cajas fueron desapareciendo, integrándose en entidades bancarias. Cambio de modelo, reagrupación bancaria, reduciendo las opciones de los ciudadanos, que han ido eligiendo, en muchos casos, depositar sus ahorros en bancos de cada vez mayor tamaño.
En el caso de Caja Cantabria, su destino fue Liberbank, una entidad de la que oímos hablar a menudo por la cuestión de los desahucios, bien con viviendas hipotecadas con ellos o con fondos buitre que están asociados a esta marca. Y ahí mismo ‘pescó’ López del Hierro.
Sebrango cuenta también llegó un momento en que el director de Bancantabria Renting se quiso negar a pagar facturas al marido de María Dolores de Cospedal, porque no se correspondían con servicios prestados al banco. «Le despidieron», mientras que López del Hierro «siguió cobrando lo suyo».
Hasta 56.000 euros llegaron las facturas, un total de ocho, a razón de 7.000 cada una. y se abrió una investigación en su momento, por una denuncia del exconsejero Alfonso Díaz.
Sebrango estaba por entonces en el partido La Unión, y dice que se dio cuenta de que había «tramas detrás de las cortinas». Por eso, afirma que «no me extraña que haya aparecido» su nombre entre los imputados de la Operación Kitchen, por la que tuvo que acudir a declarar al Congreso de los Diputados, en la Comisión de Investigación abierta por ese mismo caso.
Allí se negó a contestar a las preguntas de sus Señorías, salvo para decir que no le sorprendía la imputación que acababa de conocer por el presunto espionaje de Luis Bárcenas, extesorero del PP y otrora senador por Cantabria.
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