Ciudadanos Cantabria ha instado a sus representantes en Santander a «sentarse a hablar» con sus socios del PP el PP en la capital, ante la situación del pacto en el municipio (con constantes disensiones que han subido de tono en las últimas semanas, hasta el punto de que Ceruti se mostraba dispuesto a apoyar una moción de censura si contase con el apoyo de la dirección federal –obviando las referencias a la autonómica-).

En un comunicado, el partido despeja cualquier posibilidad de apoyar una moción de censura en la ciudad que supusiera una alternativa al PP, junto al resto de la oposición.

«Las mociones de censura no se anuncian, se presentan», aseveran lacónicamente, enumerando los condicionantes necesarios para una moción de censura: «tienen que existir razones contundentes; que los vecinos entiendan la necesidad de provocar un cambio de ese calado; deben contabilizarse votos suficientes y, por último, hay que plantear una buena alternativa para la ciudad».

La dirección del partido apunta que Ciudadanos «no va a darle esa alternativa» al PSOE, recordando que es un partido «del que salieron corriendo sus dos cabezas visibles» (en referencia a Pedro Casares y Ainoa Quiñones, hoy diputados en el Congreso y delegada de Gobierno, respectivamente) » en cuanto tuvieron la oportunidad de hacerlo, lo que demuestra lo mucho que a este partido le importan los santanderinos», mientras que el PRC «ya ha dejado clara su postura» (la de no apoyarla recordando que Ciudadanos no quiso pactar con ellos al principio de la legislatura municipal).

Ciudadanos admite como «evidente» que hay «discrepancias» entre Cs y el PP en el equipo de Gobierno porque «desde Cs creemos que se obstaculiza el trabajo de nuestros concejales» y le dice al PP que «tiene que asumir que gobierna en coalición».

«No dejamos de ser dos partidos diferentes, con diferentes visiones  (….) y tiene que respetar nuestras áreas de trabajo como nosotros respetamos las suyas. Las diferentes formas de entender la política es lo que provoca roces», asumen.

Pero para ellos la solución es otra: «toca sentarse a hablar y a negociar con el socio de gobierno, con lealtad y responsabilidad, por el bien de Santander y de los vecinos que nos situaron en el Ayuntamiento para que, con nuestra forma de hacer política útil, cambiáramos, como estamos haciendo, los últimos 40 años de gobiernos populares en Santander».