Gervasio Sánchez, maestro de periodistas, tiene una extensa carrera cubriendo conflictos bélicos. El Sáhara Occidental es uno de ellos, y ahora refleja parte de su trabajo fotoperiodístico en la exposición ‘Visiones saharauis’, que se puede visitar, hasta el 15 de julio, en el Parlamento de Cantabria.

Le hubiera gustado hacer un trabajo más completo, no sólo viendo cómo son las cosas «en los campamentos y zonas liberadas», sino también en los territorios ocupados por Marruecos. Pero ha podido constatar que eso es una tarea realmente complicada por la presión que realiza el Estado alauí. De hecho, en un informe de Reporteros Sin Fronteras, a cuya junta directiva pertenece Sánchez, se dice que en esos territorios «se impide de manera flagrante la libertad de expresión en los territorios ocupados, expulsa periodistas que llegan, o les pone trabas o les impide trabajar», según dice en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

A esto añade que viajó hacia esos territorios en compañía de un abogado, pero que fue expulsado en Casablanca. «Los marroquíes no son tontos, y sabían que si me expulsaban a mí tendría que mucha más repercusión», cuenta.

Sánchez se ha fijado también en situaciones más específicas y también más complicadas, «como la de los desaparecidos» o el «impacto de las minas antipersona que hay en varias zonas» o también la «situación sanitaria y educativa entre las personas más endebles de la sociedad, como los niños discapacitados». Es decir, relatar la historia de quienes, dentro un escenario de extrema dificultad, lo tienen aún más difícil que el resto.

Respecto a los niños, recuerda que este será el segundo verano consecutivo sin el programa Vacaciones en paz, que traía a Europa a miles de niños cada año, en los meses climáticamente más duros del año.

En su camino ha encontrado muchas historias de las que merecen contarse, por visibilizar hasta dónde llegan las consecuencias de una situación encallada. «Los menores de 50 años no conocen su país en paz», afirma Sánchez. Aunque no haya combates o una guerra al uso, la tensión es muy palpable.

Sin embargo, el pueblo saharaui, como sucede con otros como el palestino y el afgano, sigue mostrando, en opinión de ese fotoperiodista, una «capacidad de supervivencia y de dignidad» que resultan casi difíciles de entender en una situación como la nuestra, con muchos derechos garantizados que allí resultan una simple quimera. De todos modos, también hay que resaltar que el «cansancio» del pueblo saharaui también se deja notar, porque «cada vez es más difícil sostener la lucha».

Hay un aspecto que a Sánchez le ha sorprendido y piensa que se debería poner más de relieve, también por parte de las asociaciones que apoyan la causa de esta excolonia española. A los campamentos «está llegando dinero de los Emiratos árabes y de Arabia Saudí y eso me parece muy preocupante». el efecto que ha notado es que hay muchas más niñas que van tapadas por la calle, y muchas también que dicen que no les gusta estudiar, como apostando por llevar una vida que se parece a la de las sociedades islámicas más cerradas. Otro retroceso que está en marcha.

La del Sáhara Occidental es una «situación que no hay manera de desatascar», lamenta Sánchez, y tiene mucho que ver con el inmovilismo de la comunidad internacional. «La actuación de los Gobiernos españoles es un escándalo», denuncia, aunque pone su principal foco de atención en que «la UE tiene la obligación de poner coto a esta situación lo antes posible», y no validar la actitud de que un país nos preocupe cuando sea de nuestro interés «y después olvidarnos». Tampoco cree que el cambio de presidente en Estados Unidos vaya a significar un cambio de rumbo con efectos sobre el pueblo saharaui, cada vez más solo y abandonado.

INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN

Bajo el epígrafe ‘Visiones Saharauis’, la muestra exhibe 30 fotografías y un audiovisual en un proyecto expositivo fruto de la colaboración entre Cantabria por el Sáhara, miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, y el Observatorio Aragonés de Derechos Humanos, que cuenta con la colaboración de la Dirección General de Cooperación del Gobierno de Cantabria.

La exposición se podrá visitar de lunes a viernes de 10:00 a 20:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas.

Las imágenes que durante estos quince días van a mostrarse en este patio reflejan la vida diaria en los campos refugiados ubicados en pleno desierto de Tinduf, en Argelia. Donde cientos de miles de personas esperan -con unas infraestructuras básicas desde hace más de 40 años- el referéndum de autodeterminación en el que decida entre la integración a Marruecos, la autonomía y la independencia.

“Más allá de la calidad estética y profesional de las imágenes” -ha señalado la vicepresidenta segunda del Parlamento, María José González Revuelta- “el trabajo de Gervasio Sánchez tiene una rúbrica propia de compromiso con el fotoperiodismo en mayúsculas que siempre está del lado de las víctimas y de aquellos cuya voz necesita ser escuchada”.

En el acto de inauguración González Revuelta ha subrayado el “orgullo” que supone para la institución “exponer hoy aquí el trabajo de Gervasio Sánchez, que ha trascendido muchas fronteras y es ejemplo del mejor reporterismo que tenemos en nuestro país”. “Un trabajo que despierta conciencias, da voz a conflictos invisibles injusticias y ofrece, sobre todo, una mirada de compromiso social y periodístico sobre el mundo”, ha destacado.

En este sentido, ha resaltado que las fotografías son retratos de familiares de personas desaparecidas desde los años setenta, víctimas de las minas antipersona del muro, o los niños y niñas de un centro de educación especial. “Imágenes que nos hablan de los más de 45 años de resistencia a la ocupación marroquí, de las víctimas de minas, de las personas desaparecidas o de cómo se afronta la discapacidad en un campo de personas refugiadas”, ha precisado.

Por su parte, el presidente de Cantabria por el Sáhara, Gabriel Herrería, ha disculpado la asistencia de Gervasio Sánchez porque está viajando hacia los Balcanes y ha explicado que las imágenes se tomaron durante los meses de marzo, septiembre y octubre de 2016 y en Zaragoza durante agosto del mismo año. Desde entonces la pandemia ha agravado la situación humanitaria en los campos de refugiados, dificultando gravemente la llegada de la ayuda internacional e imposibilitando por segundo año consecutivo la celebración del programa Vacaciones en Paz.

A ellos se une, desde noviembre, un nuevo incumplimiento por parte de Marruecos de las condiciones del alto al fuego vigente desde 1991 que ha provocado la vuelta a la guerra, “una situación silenciada por los grandes medios de comunicación”, ha denunciado.

La directora general de Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Cantabria, Silvia Abascal, ha agradecido al autor el trabajo de “sensibilización y difusión” de la causa saharaui y ha hecho hincapié en que su departamento trabaja “por una cooperación cántabra que defienda los derechos humanos desde la perspectiva de género”. Abascal ha destacado el compromiso de la Dirección General con la causa saharaui y ha añadido que siguen apostando por el proyecto ‘Vacaciones en paz’, aunque este año a consecuencia de la pandemia se desarrolla allí, en su lugar de origen, “para que eso niños y niñas tengan un oasis”.

“Detrás de cada vulneración de derechos hay personas con nombre y apellidos, familias que solo quieren vivir en paz” -ha subrayado- “y, hoy, gracias a Gervasio podemos poner cara a esas personas”.