El documental ‘Fuera de juego’, del director Richard Zubelzu, llega la próxima semana a la Academia de Cine
Ya han pasado cuatro años desde que ‘Fuera de juego’ se presentara en sociedad, con motivo de la semana del Orgullo LTBI 2017. Pero la temática de este documental del tándem Richard Zubelzu-Magda Calabrese (con la participación también cántabra de Luis Alberto Saiz Herrón como director de fotografía) sigue estando plenamente vigente.
Es el tema de la homosexualidad en el fútbol. Es el deporte rey, el que más pasiones levanta. Pero sigue siendo habitual que veamos esas pasiones mal entendidas o, al menos, mal encauzadas. Se sigue apelando a la virilidad en ese deporte, pero con un sesgo heterosexual que no debería ser el principal valor de un deporte. Como si un hombre homosexual no fuera capaz de dar un gran rendimiento precisamente por la orientación sexual.
Recientemente hemos visto el primer caso de un jugador de la NFL, la liga estadounidense de fútbol americano, anunciando en redes sociales que es gay. Algo que nadie está obligado a hacer, pero Carl Nassib, jugador de Las Vegas Raiders, decidió hacerlo por visibilizar que no hace falta ser el más ‘macho’ para practicar un deporte donde el poderío físico es bastante importante. Es una cuestión de preparación y entrenamiento, no de las orientaciones sexuales de cada uno o cada una.
Incluso entre las jugadoras de fútbol todavía hay un señalamiento y una cierta sorna. Si una jugadora anuncia su condición homosexual, se entiende que por eso ha elegido practicar este deporte, porque se sigue considerando, por una parte de la sociedad, que el fútbol es un deporte de hombres heteros.
Todavía cuesta mucho asumir que personas del colectivo LGTBI pueden dedicarse a cualquier profesión, y quizá en el deporte profesional eso se acentúa más. Y muchos jugadores profesionales seguramente no tienen incorporado algo tan normal como eso, y por eso, probablemente, cuesta tanto ver casos de futbolistas que han reconocido públicamente algo así.
En el documental, el exjugador Roberto Solozábal lo explica fácilmente. Si en la sociedad hay un porcentaje de personas que forman parte del colectivo LGTBI, lo lógico es que en el fútbol ese porcentaje sea bastante similar, por pura probabilidad estadística.
La homosexualidad sigue siendo un tema tabú en el ambiente deportivo nacional por la autocensura de los propios jugadores (por temor a las consecuencias con sus equipos y las marcas publicitarias), y el temor de los grandes equipos de fútbol a que les pase factura entre su hinchada, consiguiendo que ningún profesional o árbitro se visibilice.
Y a nivel social nos encontramos de nuevo en un momento de tensión, después del asesinato homófobo de Samuel Luiz en A Coruña y, como consecuencia de ellos, las manifestaciones que se están produciendo por las calles de toda España.
Este próximo jueves, el documental será proyectado dentro del ciclo de temática LGTBI que ha preparado la Fundación Academia de Cine y que se viene desarrollando desde el pasado mes de junio,
Más de una veintena de menciones y premios en festivales nacionales e internacionales avalan esta película en el que cabe destacar el 2º premio en el 12Th Months Film Festival Awards de Cluj-Napoca (Rumanía) y el Premio Latino 2018 a Mejor Largometraje de Denuncia Social.