El Ayuntamiento de Polanco construirá en el centro del municipio la futura nueva sede para el colectivo de la Tercera Edad, que se levantará en el solar urbano donado en 2018 al Consistorio por parte de una vecina, cuyo destino inicial iba a ser acoger un centro de día con capacidad para entre 15 y 20 plazas.

Para ello, el próximo pleno de la Corporación abordará el cambio del objeto de la cesión, que viene motivado por la existencia de un proyecto para la construcción en el municipio de una residencia de mayores con plazas de centro de día, y por lo difícil que resultaría que se autorizasen más plazas por el número de habitantes de Polanco.

La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, ha explicado que la vecina que donó la finca acepta este cambio en el objeto de la cesión, y el proyecto municipal también ha recibido el visto bueno del Consejo de la Tercera Edad, ya que las nuevas instalaciones estarán mejor adaptadas a sus necesidades y a las actividades que allí realizan.

Rosa Díaz ha reiterado el agradecimiento del Ayuntamiento a la vecina que realizó la donación al municipio de esta finca urbana de unos 1.000 metros cuadrados, «muy bien ubicada» en el centro de Polanco y casi enfrente de la actual sede de la Tercera Edad, edificio que será rehabilitado para acoger la futura Casa Joven.

La alcaldesa ha recordado que, a raíz de la cesión de la finca, se mantuvieron diversas conservaciones con el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) para avanzar en el proyecto inicial del centro de día, lo que permitió constatar que en el municipio estaban censadas una treintena de personas potenciales usuarias de este servicio, a las que se añadirían aquellas otras que ya tenían reconocida su dependencia.

Estas conversaciones también pretendían conocer las condiciones técnicas que debía cumplir un centro de día y sondear la posibilidad de disponer de plazas concertadas por el Gobierno regional.

Además, se encargó a los servicios técnicos municipales un informe sobre las posibilidades de la finca cedida por la vecina para acoger un edificio de dos alturas aprovechando la pendiente del terreno, además de una zona verde en el espacio sobrante.

Rosa Díaz Fernández ha resaltado que, con todo ello, se fueron viendo las dificultades técnicas de levantar el centro de día en la finca, a la vez que conocía el interés por parte de unos empresarios de construir en el municipio una residencia con plazas de centro de día, lo que ha llevado a reconsiderar la idea inicial.