Cantabria mantendrá el nivel de controles del lobo ante el incremento de grupos de ejemplares en la región
El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publicará este viernes la resolución por la que se aprueba el cupo de extracción de ejemplares de lobo que podrán ser objeto de actuaciones de control poblacional durante la temporada 2020-2021, que comenzará el 1 de agosto, y finalizará el 31 de julio del año que viene, en aplicación del Plan de Gestión del Lobo en la Comunidad Autónoma.
En concreto, se ha fijado una tasa de extracción del 20%, la misma que se aplicó la temporada pasada, lo que supone que podrán abatirse 34 ejemplares, ya sea mediante la actividad cinegética ordinaria durante las batidas de jabalí, o mediante actuaciones realizadas por el personal de la Dirección General de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático.
Así lo ha anunciado hoy el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, en una rueda de prensa en la que ha explicado que esta medida, integrada en el Plan de Gestión del Lobo de Cantabria, responde a la necesidad de dar respuesta al incremento de daños causados por esta especie en la ganadería extensiva de la Comunidad Autónoma y a la consolidación de su presencia en zonas “muy poco apropiadas” para esta especie, tales como la zona costera occidental, y sus niveles “muy altos” en áreas de presencia habitual.
Tal y como ha explicado, del cupo permitido, 34 ejemplares, se podrán abatir hasta 29 durante las cacerías de jabalí en determinadas zonas, con un cupo de un ejemplar como máximo por batida, realizándose el resto por parte de la guardería de la Consejería.
Al igual que en temporadas anteriores, el Plan de Gestión establece que, para el cálculo del cupo de extracción anual, fijado en un 20% del total estimado de la población de lobo en Cantabria, se ha tenido en cuenta “la mejor” información disponible: la reproducción confirmada de los diferentes grupos, a los grupos no reproductores, los ejemplares solitarios, los daños producidos por la especie y la mortalidad de la especie en años anteriores.
En este sentido, ha informado que entre el mes de julio del año pasado y el 30 de abril de este año se han producido en Cantabria 694 ataques de lobo, que han provocado la muerte de 1.210 cabezas de ganado y heridas a otras 66.
Los ataques se han registrado en hasta 52 municipios, siendo La Hermandad de Campoo de Suso, con 121 ataques y 126 animales muertos, y Camaleño, con 56 ataques y 192 reses muertas, los municipios más afectados, aunque también se han registrado ataques y muertes de animales provocadas por el lobo en municipios más costeros, como en Valdáliga o Cabezón de la Sal, con más de 20 ataques y unas 50 reses muertas en cada uno de ellos.
INCREMENTO DEL LOBO EN CANTABRIA
El titular de Medio Ambiente ha alertado del incremento de la población del lobo en los últimos años en Cantabria hasta el punto de que en los últimos 30 años la especie se ha multiplicado por seis en la región, al pasar de tres grupos de lobo en 1988 a los 20 detectados en la actualidad, un grupo más que el año pasado localizado en la zona sur de la región, y de los que siete son grupos compartidos con las comunidades autónomas vecinas.
Blanco ha insistido en que el control de ejemplares es “únicamente una herramienta más para lograr los objetivos del Plan de Gestión del Lobo en Cantabria” y ha precisado que “la caza es un instrumento de apoyo importante y significativo, pero no es el lobo una especie cuya caza sea objeto de comercialización o distribución de permisos específicos en nuestra región”, ha señalado el consejero.
Ha querido dejar claro que en Cantabria “no hay permisos de caza específicos para cazar lobo porque esta especie no es un trofeo de caza en esta región, sólo se autoriza capturar un lobo en determinadas zonas de la región durante las cacerías autorizadas de jabalí como complemento importante de los controles que mayoritariamente realizan los agentes del Medio Natural”.
El titular de Medio Ambiente ha defendido la eficacia del Plan de Gestión del Lobo y sus medidas. que van más allá de controlar la especie para asegurar la compatibilidad del lobo con el desarrollo socioeconómico del medio rural y la ganadería extensiva, así como para garantizar el cumplimiento de las obligaciones legales establecidas vigentes en la normativa vigente para la conservación de la especie, la Directiva Hábitat de la Unión Europea, “que indica que las poblacionales españolas al norte del río Duero pueden ser objeto de medidas de gestión, incluyendo las contempladas en normas cinegéticas”.
Así, ha citado las medidas preventivas y compensatorias de los daños producidos en la ganadería extensiva, con una póliza de seguro con un coste anual de 750.000 euros que supone cerca de medio millón de euros al año e incrementando el año pasado de manera notable el pago en el caso del ganado más afectado; ayudas para subvencionar la adopción de medidas preventivas de los ataques de lobo, que este año, la primera que se conceden, han beneficiado a 134 ganaderos con 80.000 euros, para el mantenimiento de mastines y la construcción de cercados; una nueva línea de pagos por servicios ambientales para la ganadería extensiva en zonas con presencia más permanente del lobo, por 660.000 euros; medidas para el control de la mortalidad ilegal de la especie, y medidas para la investigación y el seguimiento, con una base de datos de la especie.
RECHAZO AL LOBO EN EL LESPRE
A preguntas de los periodistas, el consejero ha reafirmado la postura del Gobierno de Cantabria de rechazar “de manera absoluta” la orden ministerial con el que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) pretende incluir a todas las poblaciones del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).
En caso de que el MITERD publique esta orden antes del próximo 25 de septiembre, tal y como tiene previsto, el Gobierno de Cantabria recurrirá a los tribunales para se adopten medidas cautelares que paralicen la decisión del Ministerio porque “su entrada en vigor haría decaer nuestro Plan de Gestión y nos obligaría a rehacerlo para amoldarle a las nuevas necesidades”.
Blanco ha aprovechado para criticar la decisión “ideológica y acientífica” del Ministerio que “nos ha llevado a un callejón sin salida” y ha lamentado que no se haya tenido en cuenta a las comunidades autónomas que albergan a más del 95% de la población de lobo en España, entre ellas Cantabria.
“El gran problema de la España rural es que la mayor parte de las decisiones que le afectan se toman desde los despachos urbanitas y alejados de los pueblos”, ha afirmado Blanco, quien ha invitado a la ministra que “se acerque al medio rural para que conozca la dura realidad de sus ganaderos que ven como el lobo acaba con sus explotaciones sin poder hacer nada”.