El Observatorio de Recursos del Sáhara Occidental pide un compromiso de mayor sostenibilidad a la industria de la acuicultura
Se ha publicado un nuevo informe que aborda la falta de sostenibilidad de la industria de la acuicultura. El informe es una colaboración entre las ONG Changing Markets Foundation, Feedback, Coalition for Fair Fisheries Arrangements y Western Sahara Resource Watch (este es el nombre del Observatorio en inglés). El informe “Invertir en aguas turbulentas: los riesgos materiales de la mortalidad pesquera y el uso de pescado silvestre como pienso en el sector de la acuicultura” advierte que las ganancias están en riesgo si los inversores no abordan rápidamente los problemas ambientales, sociales y de gobernanza de la industria pesquera.
El informe no aborda directamente las pesquerías en el Sáhara Occidental ocupado, pero señala una preocupación general que es particularmente crucial en el abastecimiento de harina y aceite de pescado de los territorios ocupados: la falta de transparencia en la cadena de suministro de la industria y el uso de pescado silvestre para la acuicultura.
La falta de transparencia de la industria pesquera significa que no es posible saber qué empresas pesqueras están produciendo pescado a partir de la harina y el aceite de pescado exportados desde el Sáhara Occidental ocupado a países como Turquía, Países Bajos, Alemania y Francia.
«El desvío de pequeños pelágicos del consumo humano hacia piensos para peces socava la seguridad alimentaria en toda la región de África Occidental. Es imposible saber si el salmón de piscifactoría vendido en la UE se ha alimentado con pescado procedente de África Occidental, o incluso si la harina y el aceite de pescado se obtuvieron legalmente”, comentó Béatrice Gorez, coordinadora de Coalition for Fair Fisheries Arrangements.
El informe recomienda a los inversores exigir una información completa de las cadenas de suministro, así como exigir a la industria que reduzca las tasas de mortalidad en las piscifactorías, adopte buenos estándares de bienestar de los peces y elimine el uso de pescado silvestre como pienso para la acuicultura para 2025.
Se prevé que el valor del mercado acuícola mundial alcance los 376.000 millones de dólares estadounidenses en 2025. La creciente demanda de productos del mar por parte de los consumidores, junto con el agotamiento de las poblaciones de peces silvestres por la sobrepesca, a menudo se percibe como un objetivo atractivo para la inversión. Sin embargo, el análisis sugiere que problemas como la mortalidad de los peces y los peces capturados en aguas libres para pienso representan importantes preocupaciones ambientales, sociales y de bienestar animal que pueden afectar los retornos y dañar la reputación, al tiempo que socavan el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Alice Delemare Tangpuori, directora de campaña de Changing Markets Foundation, comentó: “Las inversiones en acuicultura están en aguas turbulentas. Las prácticas insostenibles actuales amenazan con afectar los retornos y dañar la reputación, ya que los consumidores se dan cuenta de la magnitud de la mortalidad de peces en las granjas y también de cómo estas granjas todavía usan miles de millones de peces capturados en el mar como pienso, desviando valiosas proteínas de países africanos y latinoamericanos y dañando ecosistemas oceánicos. Los inversores deberían orientar a las empresas para que aborden los riesgos colocando el bienestar de los peces en primer lugar y eliminando el uso de pescado silvestre para la alimentación en las cadenas de suministro de la acuicultura».
La continua dependencia del sector de la acuicultura del pescado silvestre para su uso como pienso representa una amenaza sistémica y económica para las empresas, subraya el informe. El pienso es el insumo más importante para los piscicultores (entre el 50% y el 70% del gasto comercial) y se esperan precios más altos en el futuro.
Sin embargo, el análisis de Changing Markets Foundation encontró que ningún inversor o institución financiera tiene criterios establecidos que requieran una reducción o eliminación del uso de pescado silvestre como pienso. El 70% de los inversores e instituciones financieras no implementan criterios para garantizar que no se produzca pesca ilegal, no declarada y no reglamentada u otras fallas de cumplimiento en su cartera de inversiones y préstamos al sector de la acuicultura.
El informe también cuestiona el uso de bonos verdes en la acuicultura. Existe una gran demanda para la la emisión de deuda para escalar las prácticas sostenibles en productos del mar. Sin embargo, ninguna de las tres empresas que han emitido bonos verdes en el sector de la acuicultura parece estar utilizando los ingresos para tomar medidas significativas sobre cuestiones de sostenibilidad relacionadas con el pescado silvestre en los piensos.
El informe concluye que, a pesar de las aspiraciones del sector de la acuicultura de mejorar la seguridad alimentaria mundial y aliviar la presión sobre las poblaciones de peces silvestres, no se está cumpliendo esta promesa. Las imágenes de marketing pueden promocionar el pescado cultivado como un alimento sostenible con la capacidad de satisfacer las necesidades de proteínas del mundo, pero en realidad, la acuicultura industrial elimina las proteínas y los micronutrientes de alta calidad de la cadena alimentaria en una parte del mundo, generalmente en países con altos niveles de inseguridad alimentaria, y transfiere los nutrientes a otros mercados, a menudo más ricos.
En lugar de proporcionar una solución a los problemas de seguridad alimentaria, el sector de la acuicultura está socavando significativamente el logro del ODS nº 2, acabar con el hambre y lograr la seguridad alimentaria, y el ODS nº 14, conservar y utilizar de manera sostenible los océanos. Dado que muchos inversores se han comprometido a apoyar los ODS, deben actuar para alinear sus inversiones en acuicultura con estos compromisos.
El análisis del informe fue el resultado de cuestionarios en profundidad con 23 inversores e instituciones financieras. Las respuestas fueron clasificadas por aquellas empresas que «ignoran el problema», «reconocen el problema pero no toman medidas suficientes para abordarlo» o «reconocen el problema y toman algunas medidas para abordarlo». De los 23 inversores, DNB AM y DNB Liv, Rabobank, NNIP y Triodos IM obtuvieron la puntuación más alta, pero no se encontró ninguna empresa que abordara suficientemente todos los problemas. Casi la mitad de los inversores (48%), incluidos BlackRock, Vanguard Group y APG Asset Management, obtuvieron un cero en la clasificación.