La Memoria Fiscal, consultada por EL FARADIO, constata que si bien durante la pandemia los clubes dejaron de funcionar  “aparentemente” como tales en virtud de la resolución del Gobierno Autonómico, muchas de las mujeres que residían en los mismos permanecieron en ellos, desde donde habrían podido seguir recibiendo clientes que contactaban con ellas por teléfono.

Además, el traslado de mujeres de los clubs a los pisos relax, del que la fiscalía ya había dado cuenta en anteriores informes, se ha multiplicado exponencialmente durante la pandemia.

Desde la ONG Nueva Vida, que atiende a mujeres que tratan de salir de los clubes, se ha detectado en 2020 un número «más que preocupante» de pisos nuevos, que ascenderían a 120, en los que, además, por primera vez, se ha tenido la constancia de la presencia de varones ejerciendo la prostitución. «Aunque calcular una cifra exacta de estos pisos resulta imposible dada su inestabilidad y temporalidad, de la información global que recogimos en la reunión de extranjería podríamos concluir que en Cantabria se han superado los 300 pisos durante este año», exponen.

MIEDO DE LOS VECINOS

Por otra parte, esta ONG estima que el alquiler de estos pisos se ha ofertado en muchas ocasiones en la página Airbnb, y que los propietarios tienen perfecto conocimiento del uso que se está haciendo de las viviendas. Esta situación, unida al silencio de los vecinos, que callan por miedo a las consecuencias de denunciar, está generando en los proxenetas una sensación de total impunidad.

En octubre del año pasado, según informa la Fiscalía,  desde la Dirección General de Igualdad y la Mujer del Gobierno de Cantabria (Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte) se convocó un Protocolo Interinstitucional en materia de violencia de genero con el fin de continuar inspeccionando los clubs y conseguir cerrarlos.

Y se iniciaron campañas destinadas a mujeres en entornos de prostitución y profesionales relacionados con su atención, consistentes en guías, tarjetas de visita y un video difundido en YouTube, caracterizados todos ellos por su lenguaje inclusivo.

«Desde este organismo se está proyectando el diseño de un itinerario formativo para estas mujeres, tratándose de un proyecto abierto a otras instituciones, así como un Plan de Intervención con cargo a los fondos de recuperación de la UE, en el que participarían 8 comunidades autónomas, y con ambiciosos objetivos, no solo para dar cobertura a estas mujeres, sino también para fomentar cambios normativos desde posiciones abolicionistas, y abordar la necesidad de una educación afectivo sexual para los cada vez más jóvenes demandantes de servicios sexuales y pornografía», señalan.

La Memoria Fiscal reconoce que el acceso al Ingreso Mínimo Vital ha sido esencial para las mujeres que ejercían su actividad en clubes cuando cesó la actividad en estos locales.

INSPECCIONES

Durante el pasado año, la Policía Nacional realizó 9 inspecciones en clubes y 11 en pisos relax, a las que hay que añadir las 24 inspecciones realizadas por parte de la Guardia Civil. Llama la atención la Fiscalía sobre las dificultades para actuar en los pisos, en los que el acceso termina dependiendo siempre del consentimiento de los ocupantes: «las condiciones de las mujeres pueden ser mucho peores en estos lugares que en los clubes. la impunidad con la que se actúa en los mismos para explotar a las mujeres y traficar con sustancias estupefacientes amparándose en que son domicilios, es una cuestión que es preciso abordar con carácter
urgente para buscar vías de solución, y la Fiscalía debe adoptar sin duda una posición activa en el estudio de los aspectos jurídicos de este problema».

Recoge la memoria la demanda de las ONGs para agilizar los trámites de forma que las víctimas de trata puedan obtener la residencia, porque muchas veces el proceso es tan lento que terminan quedando en situación de ilegalidad.