Turismo sostenible también en lo laboral: un empresario cántabro diseña la plataforma de reservas de las ‘kellys’
Este jueves ha comenzado, con un acto en Gijón, Asturias, la presentación de una iniciativa muy esperada por las ‘kellys’ (el nombre con el que se denominan las limpiadoras de hotel, contracción del “las que limpian”, sometidas a unas condiciones de precariedad económica y lesiones tras la externalización de su trabajo).
Recuperando de algún modo la tradición sindical de los ‘label’, los sellos que garantizaban la calidad y el respeto a los derechos laborales de determinados productos, Fairtur se concibe como una central de reservas en hoteles que respetan las condiciones de las kellys.
Una plataforma que ha sido diseñada, además, por el empresario cántabro Gonzalo Fernández Corrales, natural de Boo de Piélagos, afincado hace años en Sevilla.
En conversación con EL FARADIO, Gonzalo Fernández explica que www.fairtur.org trata de extender el concepto de sostenibilidad que trata de aplicarse al turismo más allá de lo medioambiental para abarcar el apartado laboral.
“En turismo se vende mucho ahora esa palabra, muchas veces de forma peregrina, gratuita. Nosotros no sólo cuidamos que se cumpla con la no externalización de los servicios de limpieza, sino con los derechos, los convenios, los sindicatos…”, señala.
Es, según valora, el primer sello que se audita en esta materia a nivel internacional.
Y el funcionamiento facilita a los empresarios de hoteles u hostales la reserva, a coste cero, sin comisión, de las habitaciones, a diferencia de las prácticas de plataformas como Booking que les mantienen “cautivos”.
La idea es contribuir a que los gastos que ahorran con esta fórmula contribuyan a ayudarles en el plano de las condiciones laborales.
De momento tienen ya 102 negocios preseleccionados (dos en cada provincia, además de las ciudades autónomas, con perfiles que abarcan desde los grandes establecimientos a los hostales pequeños y medios), aunque la idea es “llegar a miles”.
La clave del éxito de esta apuesta es que los hosteleros confíen en la herramienta. Gonzalo confiesa que “al principio no se lo creen” porque “están tan cautivos de las condiciones de otras plataformas que no se creen que sea la solución”. En su web puede verse su sistema de funcionamiento y la auditoría que realizan, y también se facilita el enlace de contacto para los interesados en forma parte de esta iniciativa.
La plataforma estará operativa en octubre en esta web y tendrá más presentaciones, entre ellas en Cantabria, de donde es quien ha diseñado el sistema, y donde las kellys han participado en eventos, como una charla sobre precariedad con CGT, en 2018.
La apuesta surge de la colaboración entre la empresa, que procede del sector de la hostelería, y las propias afectadas. “Lo más importante es apostar por la visibilidad y el respeto”, señala Gonzalo.
ALIANZA DE TURISMO SOSTENIBLE
FairTur, la Alianza de Turismo Sostenible, surge en 2015 y promueve un espacio de participación de la ciudadanía con representantes en diversas asociaciones e instituciones: profesionales de la hostelería, comunidades vecinales, empresas de hospedaje (hoteles, hostales y viviendas de uso turístico), federaciones sindicales, Escuelas del sector, Universidad, Administración pública y Organismos de Evaluación de la Conformidad (OEC).
El sello FairTur©Label surge de la verificación independiente de los organismos de evaluación de la conformidad frente a las normas reconocidas.
Los estándares que utiliza nuestro programa son emitidos por el Global Sustainability Standards Board GSSB, el organismo independiente de establecimiento de estándares de Global Reporting Initiative GRI. El desarrollo de los indicadores de Responsabilidad Social de las Empresas está asignado al Consejo Estatal de RSE (CERSE)
El sello FairTur certifica el Sistema Integral para el desarrollo de los recursos sostenibles, denominado SÍ en virtud de la disposición por servir esencial en la hostelería, sector vital para el turismo.
Es la primera certificación que completa el desarrollo de la sostenibilidad en alojamientos y municipios turísticos.
LAS KELLYS
Antes las Kellys estaban contratadas directamente por los hoteles, pero a raíz de la última reforma laboral comenzaron a externalizarse sus contratos.
El resultado fue que un 70% de los hoteles tienen externalizados estos trabajos.
Eso tuvo otra consecuencia: se produjo un cambio de categoría al quedar adscritas a empresas no reguladas, con otros convenios, que les han supuesto bajadas salariales de hasta un 40%.
Y el problema no es sólo salarial: se les empezó a aplicar otras modalidades de contrato, que extendieron un modelo precario de contratos de obra y servicio (para funciones que son permanentes), de formación, de prueba con duración de un mes…
A la precariedad económica y a la continua inseguridad sobre su permanencia en el puesto de trabajo (con la consiguiente pérdida de derechos como las cotizaciones o la antigüedad) se le suman unas durísimas condiciones laborales: de tener que ocuparse de 14 habitaciones en una jornada de ocho horas pasaron a tener que asumir de 30 en adelante en menos tiempo, seis horas que no siempre es posible cumplir y que no siempre se pagan si se exceden.
Esto tiene consecuencias también en la salud, con un incremento de lesiones que no siempre han sido reconocidas como consecuencia de su actividad.
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