La empresa cántabra de energías renovables Teican estudiará los consumos del proceso industrial de la sidrería Somarroza de Renedo.
De esta forma, esta una ingeniería especializada en eficiencia energética y la implementación de fuentes de energía renovables tanto en hogares como empresas busca dar una alternativa más sostenible y económica, contando para ello con la colaboración del Centro Tecnológico CTC.

La realización de este proyecto redundará en una disminución de las emisiones de CO2 derivadas de la actividad.

Por otro lado, la implantación de sensores (temperatura, presión, etc.) y nuevos procesos más eficientes y automatizados contribuirán al ahorro de energía y mejorarán la huella de carbono.

A la vez, el proyecto contribuirá a fomentar el emprendimiento en la sidrería y, posiblemente, será el germen de futuros proyectos asociados.

Somarroza salió al mercado en 2010, cuando no se comercializaba ninguna marca de sidra hecha en Cantabria. En la actualidad hay siete productores en la Comunidad Autónoma.

Tras su primera sidra natural tradicional, en 2015 surge la primera espumosa dulce y, un año después, la marca gana el primer premio en el citado Salón de Gijón, con este último producto. Posteriormente, amplía sus instalaciones, crea el lagar actual y planta una finca con manzano de sidra autóctono de Cantabria con más de diez variedades, muchas de ellas prácticamente extintas.

A partir de 2017 y en años sucesivos salen al mercado la gama de la Sidruca en formato botellín con dos sabores diferentes; la primera sidra con limón del mundo, con este cítrico de Novales; la sidra ecológica de cosecha propia; Capricho de Somarroza, que es un producto de edición limitada de nueva expresión; la sidra espumosa seca, que a los pocos meses de su salida gana una medalla de plata en el certamen Sagardo Forum, o la primera sidra con plátano de Canarias, que vio la luz en 2020.

Esta empresa familiar alcanza la producción actual de 125.000 litros partiendo de un trabajo totalmente artesano.

Y suma 23 premios conseguidos en certámenes de media Europa y en el Salón Internacional de Sidras de Gala, celebrado en Gijón, compitiendo con sidras asturianas, francesas o italianas, entre otras.

Este año, Somarroza ha comenzado a exportar a Japón y planea lanzar un bíter (bebida amarga) elaborado a base de sidra y plantas ecológicas. En concreto, se elaborará a partir de 14 botánicos con certificación ecológica.

PROYECTO DE SOLABRIA

Por su parte, la cooperativa de energías renovables Solabria quiere promover y establecer las bases para la implantación de una comunidad energética en el área occidental de Cantabria.

Su objetivo es proponer a pequeñas industrias agroalimentarias ser más sostenibles y optimizar recursos económicos creando comunidades energéticas en el territorio.

Para ello proyecta una innovadora manera de generar, usar y gestionar la energía en el ámbito rural, a través de la cooperación entre pequeñas PYMES y la administración local.

Si alguna entidad pública o privada está interesada en participar en el proyecto lo puede solicitar a través de la Dirección General de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento Industrial.

Finlamente, Kibus es una plataforma online que vende productos frescos desde las plazas de abastos a los clientes finales de las ciudades en las que está presente.

Su proyecto consiste en el desarrollo de una plataforma en clave gastronómica y local que permita la digitalización a los productores de conservas y del sector lácteo, para comercializar sus productos a consumidor final a través del market place de Kibus.

Estos proyectos han obtenido ayudas de la convocatoria de subvenciones para proyectos que mitiguen los impactos sociales y económicos de la transición en la industria manufacturera agroalimentaria de Cantabria, convocada por l a Consejería de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio del Gobierno de Cantabria.

Según ha explicado el consejero de Industria e Innovación, Javier López Marcano, estos tres proyectos, por importe de 109.000 euros, están destinados al desarrollo de nuevos modelos energético y de innovación social en el ámbito rural, a modelos innovadores para alcanzar la neutralidad climática en una empresa agroalimentaria, así como un modelo de digitalización comercial en los sectores conservero y lácteo de la región.

Esta convocatoria de ayudas pretende paliar los impactos que la transición industrial pueda causar en la industria del sector primario, preferentemente conservera, láctea, acuicultura y maderera. Se enmarca en el programa piloto europeo sobre Transición Industrial, en el Cantabria es la única comunidad autónoma participante.

El Gobierno regional participa a través de la Dirección General de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento Industrial. Este programa explora fórmulas innovadoras para abordar el fenómeno de la transición industrial en el sector agroalimentario tradicional, formado por empresas en su mayoría intensivas en mano de obra, frecuentemente no cualificada, estrechamente ligadas al territorio, al que dan vida y futuro, pero con claras necesidades de mejorar en procedimientos y tecnologías.

López Marcano recuerda que Cantabria es una comunidad de amplia tradición en el sector agroalimentario, con actividades que han ido evolucionando desde lo artesanal y que ahora enfrentan grandes retos ante los nuevos procesos de transformación industrial basados en la digitalización, la sostenibilidad, la inclusión y la cohesión territorial. “Son empresas que necesitan incorporarse con todas las garantías y de manera integral a esta transición”, subraya el consejero de Industria e Innovación.

Con este fin, la convocatoria ahora resuelta trata de apoyar la introducción de nuevos enfoques innovadores en torno a cinco áreas: formación y capacitación de empleados; especialización industrial e innovación; producción y fabricación baja en carbono; promoción del emprendimiento y fomento del crecimiento sostenible e inclusivo en modelos de economía social.

Además, las actuaciones tienen que atender a objetivos específicos basados en el renacimiento industrial hacia la especialización inteligente en el sector primario; la promoción de PYMES digitales e internacionales más grandes e innovadoras; el refuerzo del ecosistema de innovación fomentando la colaboración de las partes interesadas y el desarrollo de capacidades en áreas transversales/prioritarias, etc…