‘Un nuevo modelo energético como motor de innovación social en el ámbito rural’ es el nombre del proyecto que desarrollará la cooperativa Solabria en Cantabria. El objetivo es  mitigar el impacto económico y social de los avances tecnológicos y la digitalización en las empresas manufactureras de las zonas rurales.

El proyecto, que cuenta cuenta con la financiación de la Consejería de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio del Gobierno de Cantabria plantea la realización de estudios a muy pequeñas industrias de transformación agroalimentaria para optimizar recursos y estará terminado en el mes de noviembre.

«Cantabria contará de este modo con la primera comunidad energética, demostrando así que hay modelos alternativos de colaboración en el sector que pueden ser muy beneficiosos para todas las empresas del medio rural», explica  para EL FARADIO Jorge Alonso, responsable del proyecto.

Con una inversión de 40.000 euros financiada por la Unión Europea, Solabria está ya poniendo en marcha esta acción piloto para introducir medidas de eficiencia energética en cuatro industrias manufactureras de la zona occidental de Cantabria. Se están realizando estudios energéticos, y se plantean diseños para implantar  medidas de buenas prácticas para cada industria así como propuestas para mejorar la competitividad de sus productos en base al ahorro energético y la reducción de emisiones de carbono. Las acciones de mejora se fundamentan en las energías renovables y en propuestas de instalaciones para la futura creación de una comunidad energética.

«Será un primer paso muy importante para demostrar la importancia que tiene para productores y consumidores la implantación de la energía solar a la hora de reducir costes y emisiones contaminantes. Queremos establecer las bases para establecer ese modelo de comunidad energética en el medio rural», explica Alonso.

De este modo, las  pequeñas industrias agroalimentarias podrían conseguir el objetivo de ser  más sostenibles y optimizar recursos económicos.

Solabria impulsará de este modo  una innovadora manera de generar, usar y gestionar la energía en el ámbito rural, a través de la cooperación entre pequeñas PYMES y la administración local.

APOYO INSTITUCIONAL

El proyecto de Solabria ha sido seleccionado dentro de una  convocatoria de ayudas del gobierno regional que pretenden paliar los impactos que la transición industrial pueda causar en la industria del sector primario, preferentemente conservera, láctea, acuicultura y maderera. Se enmarca en el programa piloto europeo sobre Transición Industrial, en el Cantabria es la única comunidad autónoma participante.

El Gobierno regional participa a través de la Dirección General de Innovación, Desarrollo Tecnológico y Emprendimiento Industrial. Este programa explora fórmulas innovadoras para abordar el fenómeno de la transición industrial en el sector agroalimentario tradicional, formado por empresas en su mayoría intensivas en mano de obra, frecuentemente no cualificada, estrechamente ligadas al territorio, al que dan vida y futuro, pero con claras necesidades de mejorar en procedimientos y tecnologías.

López Marcano recuerda que Cantabria es una comunidad de amplia tradición en el sector agroalimentario, con actividades que han ido evolucionando desde lo artesanal y que ahora enfrentan grandes retos ante los nuevos procesos de transformación industrial basados en la digitalización, la sostenibilidad, la inclusión y la cohesión territorial. “Son empresas que necesitan incorporarse con todas las garantías y de manera integral a esta transición”, subraya el consejero de Industria e Innovación.

Con este fin, la convocatoria ahora resuelta trata de apoyar la introducción de nuevos enfoques innovadores en torno a cinco áreas: formación y capacitación de empleados; especialización industrial e innovación; producción y fabricación baja en carbono; promoción del emprendimiento y fomento del crecimiento sostenible e inclusivo en modelos de economía social.