Miembros de las Mesas de Movilidad de Cantabria se reunieron ayer con el Director General de Urbanismo y Ordenación del Territorio, Francisco Gómez Blanco y técnicos del departamento que dirige para conocer los planes de la Consejería en relación al desarrollo del Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria.

Las Mesas de Movilidad reúnen a tres grupos de trabajo que operan en la Cuenca del Besaya, Bahía de Santander y Zona Oriental y tienen por fin impulsar el cambio modal y la transición hacia formas de transporte activas, más ecológicas y saludables como el transporte público, los vehículos de movilidad personal, la bicicleta o el desplazamiento a pie.

En ese marco, las Mesas mantienen contactos periódicos con las administraciones con el fin de aportar una visión que mejore los proyectos que se desarrollen en materia de movilidad sostenible. A este respecto, la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio tiene encomendada la gestión y el desarrollo de las vías ciclables de la Cantabria y la ejecución del Plan de Movilidad Ciclista.

En la reunión, que las Mesas valoran como “muy productiva”, el Director General expuso la situación de los diferentes proyectos, destacando la madurez de trazados de carril bici vinculados a infraestructuras como el vial Viveda-Dualez o los carriles bici del valle de Iguña, Santander-Bezana, Barros-Los Corrales, variante de Cabárceno en Villaescusa, Laredo-Colindres, conexión entre los valles del Besaya y del Pas y Reinosa-Matamorosa, entre otros.

Desde las Mesas insistieron en la urgencia de priorizar los proyectos que facilitan la movilidad entre núcleos de población y focos de atracción de movilidad como zonas comerciales y empresas pues permiten sacar más provecho a la inversión dado que estas actuaciones son las que pueden “quitar más coches de la carretera” que es el objetivo para conseguir un medio menos ruidoso, un aire más limpio y una movilidad más saludable.

Igualmente, consideran conveniente ejecutar proyectos vinculados al turismo activo o al Camino de Santiago, pero siempre que tengan presente dar respuesta a la movilidad cotidiana de los vecinos, facilitando alternativas rápidas y seguras de conexión entre zonas residenciales, administrativas, ocio y trabajo en el objetivo de lograr una reducción en el uso del vehículo privado en trayectos cortos y prioritariamente en zonas de baja pendiente, lo cual facilita mucho el uso de la bici. Por otro lado, subrayaron al Consejero la necesidad de ejecutar proyectos de redistribución del espacio en el viario (reducción la anchura de los carriles para vehículos) pues ello tiene un doble efecto: lograr el calmado de tráfico a la par que se consigue más espacio para dar seguridad al desplazamiento en bicicleta.

En otro orden de cosas, desde las Mesas propusieron extender los aparcabicicletas de tipo “U” invertida para la reducción del robo de bicicletas así como la creación de una brigada especial de mantenimiento y conservación de vías ciclistas.

Las Mesas de Movilidad finalizan su comunicado agradeciendo la buena predisposición, escucha activa y transparencia a la hora de exponer los detalles técnicos de los proyectos y muestran su alto interés en seguir participando en el impulso al Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria.