‘Supe convertir el dolor en algo positivo’
Karla Avelar, activista de DDHH asilada política en Suiza, representante de las personas LGTBI especialmente ante Naciones Unidas de los derechos humanos, participará este viernes en un encuentro para hablar sobre los derechos LGTBI. Será en la librería Gil de la Plaza de Pombo a partir de las siete de la tarde.
Karla nos ha acompañado en nuestro estudio radiofónico de ‘El Faradio de la mañana’, donde ha recordado todas las presiones, amenazas y violencia que ha sufrido a lo largo de su vida por el mero hecho de ser una mujer trans.
Hace años tuvo que abandonar su país, El Salvador, cuando las amenazas ya no solo se centraron en su persona, sino que incluyeron a su madre, a la que llegaron a retener en contra de su voluntad «fui víctima de persecuciones políticas y sociales por parte de grupos organizados que llegaron a exigir dinero para no matar a mi madre, a través de la cual me hicieron llegar un video dejando claro que estaban dispuestos a matarme». Karla tuvo que tomar así la difícil decisión de no regresar a su país, que le negó protección, y quedarse en Suiza, donde solicitó asilo político.
Karla Avelar trabaja hoy para defender los derechos del colectivo LGTBI a través de la asociación Comcavis Trans que se define como una organización no gubernamental, apolítica, no religiosa y sin fines de lucro, que tiene como propósito «representar, defender, velar y promover los derechos humanos y los intereses de las mujeres TRANS, para favorecer su desarrollo y el respeto de su dignidad humana».
CITA EN GIL
Karla estará en la librería Gil de la Plaza de Pombo este viernes a las siete de la tarde, acompañada por Bianka Rodríguez, transfeminista defensora de los derechos humanos y primera colaboradora de alto perfil del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR y Grecia Villalobos, transfeminista y trabajadora COMCAVIS trans, primera organización de mujeres trans en El Salvador. salvadoreñas de referencia internacional sobre los derechos LGTBI estarán en la librería Gil de la Plaza de Pombo este viernes a partir de las siete de la tarde.
La convocatoria parte de la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP, miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs), que propone a los asistentes establecer una conversación con estas tres mujeres que tienen tanto que contar sobre los derechos LGTBI.
Para asistir a la cita, que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Cooperación al Desarrollo (Consejería de Universidades, Cultura, Igualdad y Deporte) es necesario reservar plaza en cantabria@acpp.com o llamando al teléfono 942 28 62 72
KARLA AVELAR
Karla Avelar ha dedicado su vida a defender los derechos humanos de personas lesbianas, gays, transgénero e intersexuales (LGBTI), personas afectadas por el VIH, inmigrantes y personas privadas de libertad, tanto en su país como en la escena internacional. vulnerables y víctimas de discriminación por su orientación sexual o identidad de género.
En 1996, Karla fue una de las fundadoras de ASPIDH, la primera asociación de personas transgénero en El Salvador. En 2008, creó COMCAVIS TRANS, la primera organización de mujeres trans que viven con VIH. Y que dirigió desde su fundación hasta octubre 2017.
Karla es una mujer transgénero de 43 años que nació el 7 de enero de 1978 en El Salvador, Chalatenango en una familia modesta y profundamente católica. La falta de educación y el ambiente conservador y extremadamente opresivo pueden haber llevado al abuso y la violación que sufrió por parte de familiares.
Cuando tenía solo nueve años, huyó a la capital donde vivió en la calle por más de 2 años donde experimentaba violencia, crimen y drogas todo el tiempo. A la edad de once años, Karla se vio obligada a ejercer la prostitución antes de convertirse pronto en víctima de violencia sexual, extorsión, amenazas de muerte en manos de pandillas, policías y clientes.
En 1993, un asesino en serie, que además era militar, le disparó nueve veces, lo que la dejó en coma durante dos meses, con lesiones muy graves, en esa ocasión Karla en condiciones muy graves a raíz de los impactos de bala fue detenía siendo ella la VICTIMA, por la recién inaugurada Policía Nacional Civil (PNC) y permaneció 2 días en las bartolinas de santa tecla sin recibir atención médica hasta que perdió el conocimiento.
Son estas experiencias de violencia continua y supervivencia cotidiana las que convirtieron a Karla en la activista de derechos humanos que es hoy en día. En 1993, se convirtió en una de las primeras mujeres trans de El Salvador en hacer su diagnóstico de VIH positivo público por razones políticas y de acceso a los medicamentos.
Esto la llevó a luchar por la atención médica adecuada para las personas LGBTI afectadas por el VIH, pero también por las personas privadas de libertad.
En 1997, otra vez resultó gravemente herida por miembros de la pandilla MS-13 que intentaron extorsionarla. Le dispararon cinco veces. Un año más tarde, Karla fue procesada y encarcelada por su participación en el ataque a tres hombres que planeaban matarla a ella y a su amiga (Mística). En ese caso, Karla actuó en defensa propia hiriendo a uno de sus atacantes, por lo que fue condenada a varios años de prisión en el penal de Sensuntepeque.
Mientras estaba detenida, Karla compartió su recinto con varios miembros de la misma pandilla que habían tratado de asesinarla unos años antes. Su detención ha sido sinónimo de repetidas violaciones y torturas sin acceso a la justicia y sin derecho a tratamiento médico.
En 2013, Karla se convirtió en la primera mujer trans salvadoreña como directora de COMCAVIS TRANS en comparecer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en denunciar al estado salvadoreño por delitos de discriminación y odio cometidos contra personas LGBTI.
Dos años después, participó en el Examen Periódico Universal (EPU) en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. En colaboración con otras ONG, su organización presentó un informe alternativo, que resultó en la primera recomendación de la ONU sobre temas LGBTI dirigida al estado salvadoreño. Las amenazas continuas y los ataques repetidos solo fortalecieron su resolución de denunciar y combatir las injusticias. Cuando su compañera Tania Vásquez fue asesinada el 4 de mayo de 2013, Karla ha presentado una denuncia oficial ante las autoridades.
En respuesta, la Oficina de la fiscalía general de la república (FGR) amenazó con arrestar a Karla y solicitó una orden judicial para allanar las instalaciones de COMCAVIS TRANS.
Entre el 2015 y 2017, Karla tuvo que cambiar de hogar 6 veces por razones de seguridad. Ella recibía regularmente amenazas de muerte por su trabajo como defensora de DDHH, pero también en razón de su identidad de Género. Su determinación de denunciar a varias agencias gubernamentales por su inacción y falta de respuesta a los ataques y asesinatos de personas LGBTI cometidos por bandas callejeras, agentes de policía y fuerzas armadas, así como por los grupos de exterminio también expuesto a la persecución política, lo que planteaba un claro riesgo para su vida.
Tras el anuncio de su nominación para el Premio Martin Ennals 2017, se intentó extorsionar por adelantado el monto del premio futuro y amenazaron con asesinar a su madre si ella no pagaba la extorción.
Karla ha dedicado su vida a promover reformas legislativas para proteger los derechos de las personas LGBTI.
Continúa exigiendo la protección de las autoridades y la acción efectiva cuando se rompe la ley. Hoy, a pesar de las constantes amenazas de pandillas callejeras y otros grupos armados, Karla es libre. Su sueño de caminar por las calles de El Salvador no fue posible hacerlo realidad sin embargo hoy lo cumple en otro país, donde tiene el reconocimiento de asilada política.
Actualmente Karla sigue activa como defensora de DDHH en Suiza y juega un papel muy importante en representación de las personas LGBTI especialmente en el Mecanismos de Naciones Unidas, en órganos de tratados, SOGI y sigue teniendo una participación activa en espacios de toma de decisiones. Asimismo, Karla ha retomado sus estudios y estudio francés.
Recientemente ingreso al grupo asesor de La plataforma Internacional contra la Tortura y forma parte del comité de la Asociación Asile organización de refugiados LGBTI. Y ha participado en la conferencia mundial de refugiados en representación de las personas LGBTI y en la conferencia anual de los refugiados de la Unión Europea.