«El arte contemporáneo debe ser crítico, social y político»
Durante su carrera como artista contemporáneo («16 ó 17 años» remarca él) ha tenido que responder muchas veces ante la justicia. Y por eso decidió armar un espectáculo llamada ‘Acto de desobediencia’. Incluso llegó a promoverlo en la calle coincidiendo con los días en que estaba llamado a declarar ante los tribunales, como cuenta en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
El propio Abel Azcona explica que es un evento a medio camino ente lo que es una charla y una performance. Lleva tres años con él, moviéndolo incluso por fuera de España, y ahora ha llegado el momento de cerrarlo, puesto que todas las causas que se abrieron contra él están «ya archivadas y puedo circular libremente por todo el territorio español».
«Es un posicionamiento de desobediencia si el sistema te persigue por tus creaciones o tu forma de pensar», cuenta. Ha llegado a acumular «siete querellas criminales y seis denuncias por parte de sectores católicos y ultracatólicos», incluido también algún partido político y hasta la Fundación Francisco Franco, una organización que sigue siendo legal en España. «Estaba más en el juzgado que en la galería de arte», resume.
Además del evento performativo, Abel Azcona llega a la Asociación Cultural Octubre (hoy, 20:30) con una exposición donde se pueden vídeos de performances que ha realizado en el pasado, incluyendo «proyectos perseguidos y censurados» a lo largo de su carrera.
Le motiva esta actuación, porque piensa que «Octubre es un espacio idóneo para esta exposición, por ser un lugar de lucha de pensamiento». Recuerda que España es el país del «atado y bien atado» y donde hubo una Ley de Amnistía que dejó libres a los criminales de la dictadura, lo que supone, en su opinión, tener «a la mitad de la población callada».
Todos los problemas que ha tenido con la justicia, aparte de los que han tenido otros artistas en este país, le llevan también a la conclusión de que hay un «sistema podrido de raíz» y cree «desde el mundo del arte debemos enfrentarnos a ello».
Su manera de ver el arte es que es una «herramienta de denuncia y de confrontación», algo en lo que le gusta incidir. También refleja, a través de su pensamiento y su obra, que «el arte contemporáneo debe ser crítico, social y político». Y no pasa por alto que «España es el país con más artistas condenados o encarcelados del mundo, según un informe de Freemuse y Amnistía Internacional».