Movember es el mes de los bigotes en el que hasta el propio nombre se cambia incorporando el mo de mostacho en inglés para visibilizar el cáncer de próstata.

Una enfermedad que causa la muerte a 5.400 hombres al año y que tiene como principal enemigo para su diagnóstico a la forma con la que muchos hombres viven su propia masculinidad y virilidad.

“Ser macho no es tener esto más grande”, explica a EL FARADIO en ARCO FM Vicente de las Heras, de ANCAP, la Asociación del Cáncer de Próstata.

“Este machismo se vuelve contra la enfermedad”, señala, refiriéndose a casos detectados en la propia asociación en los que no se comparte el diagnóstico con las propias familias.

“Tenemos que quitarnos el complejo de machos, hay que compartir la enfermedad con tu pareja, es parte del proceso”, recalcan desde ANCAP, donde cuentan gráficamente como la propia asociación tiene apenas cuatro años frente a las varias décadas que suman otros colectivos como las que ayudan a mujeres con cáncer de mama.

Desde la entidad dan apoyo en todo lo que pueden a los enfermos, entre ellos el moral, al estar dentro de ella hombres que ya lo han pasado y que pueden compartir su experiencia porque “el objetivo es que los que vengan se sientan amparados”.

En lo sanitario, mientras reclaman más investigación para la prevención, tienen claro que el diagnóstico precoz es “fundamental” y “esencial”.

Y debe empezar a traducirse en análisis a partir de los 45-50 años, o bien cuando se tengan antecedentes o se empiezan a notar molestias. El proceso es, además, bastante, sencillo: “en cualquier analítica normal se puede hacer el test del PSA (antígeno en cuya medición pueden encontrarse los síntomas)”, señalan desde ANCAP.