El grupo constructor Ferrovial se ha desprendido en los últimos tiempos de varios activos, lo que ha tenido repercusión en Cantabria.

Como CESPA, la nueva empresa responsable del servicio de basuras en Santander, tras resolverse el contrato que tenía el grupo SADISA (Ascan), que pertenecía a Ferrovial cuando perdió el concurso en detrimento de la constructora cántabra.

O, más reciente, Smart Hospital, la sociedad creada para canalizar todo lo relacionado con la gestión de los servicios no sanitarios del Hospital Valdecilla, la fórmula por la que apostó el Gobierno del PP para finalizar las atascadas obras de reconstrucción y ampliación del centro sanitario tras el derrumbe de parte de su fachada).

Medios económicos como Cinco Días y en Cantabria, El Diario Montañés, informaban recientemente de como Ferrovial había vendido por 186 millones de euros su área de servicios al fondo Portobello.

Un importe al que se suman otros 50 millones de euros que la compañía recibirá por otros conceptos variables. La suma de ambos conceptos asciende a 236 millones de euros

Como explicaba Cinco Días, el proceso para vender toda esta área de negocio se logró culminar tras dos años, cuando se contrató para ello primero a Goldman Sachs y luego por Morgan Stanley o Bank of América, que canalizó la venta del área que se denomina facility management, que incluye contratos en puertos, car sharing, alquiler de bicicletas. la restauración en los trenes de Renfe o los hospitales.

La venta se produce en un contexto de reducción de ingresos por la parte de infraestructuras, en la que se incluía el área de servicios donde están los hospitales, como consecuencia del parón de la pandemia que afectó a carreteras, trenes o puertos. De hecho, supuso el abandono por parte de Ferrovial del negocio de servicios en España. No obstante, la empresa se reserva una parte, el 25%, en previsión de una posible revalorización futura.

UN FONDO EN EXPANSIÓN

Portobello es un fondo de capital riesgo español especializado en empresas de tamaño medio (middle market), para lo que cuenta con cinco fondos, según describe en su Web.

En la actualidad se encuentra en pleno proceso de expansión: prevé abrir en 2022 su primera oficina fuera de España, en Italia, y aspira a tener un peso estratégico en el sur de Europa. En Italia ha sumado la farmacéutica Farmol o Poligof.

Como detallaba Cinco Días, es dueño de Grupo CTC, una compañía catalana especializada en la externalización de servicios y nacida de la fusión de Grupo Uno con CTC Externalización. También es propietario de Sidecu, el dueño de la firma de gimnasios Supera, un área donde la filial de Ferrovial también gestiona algunos centros.

En los últimos tiempos ha sumado activos como el despacho de abogados Legálitas, la cadena Condits Supermercats y tuvo en su haber participadas como Angulas Aguinaga (La Gula del Norte) o los dueños de Carretilla, el grupo hotelero Sea Hotels & Resorts, o una empresa tecnológica de aparcamientos que logró vender a Mutua Madrileña. En 2019 se hizo con la teleco BT.

Entre sus participadas, como expone en su Web, se encuentran casi una treintena de empresas de sectores como moda, residencias de mayores (Vitalia), fabricación de helados, movilidad urbana, marketing, alquiler de vehículos (Centauro) u odontología (Vivanta, que agrupa a varias empresas del sector dental y estética que fueron siendo adquiridas por Portobello).

Precisamente por esta última está pendiente un tema judicial: los pasados 20 y 21 de octubre tenía fijado un juicio mercantil por la demanda de un socio minoritario de Vivanta por la compra del Grupo Vera Dental, como adelantó EL CONFIDENCIAL. Se acusaba de tener un sobreprecio pese a informes periciales que estimaban el precio en la mitad.

LOS FONDOS Y LA INDUSTRIA

No es la única conexión con Cantabria, por cierto: poco antes de la operación de su área de servicios Cinco Días detallaba como Portobello se hacía con el grupo metalúrgico cántabro MSerrano.

La compra se hacía a través de su participada, el grupo industrial vasco USA Group  (pese a lo que transmite el acrónimo, en realidad es una empresa vasca llamada Ugarteburu Sociedad Anónima)  y se suma al peso de los fondos en la industria, con casos en Cantabria como GSW (la antigua Nueva Montaña).

Con fábrica en el polígono de Ambrosero, MSerrano se dedica a la fabricación de piezas metálicas de precisión para  automoción, aunque ha extendido su actividad a las bicicletas eléctricas.