‘Lo importante es dejarse llevar por las emociones que nos despiertan las obras’
Cada uno de los artistas que durante este mes presenta su obra en el Centro Cultural Dr Madrazo de Santander, tiene su propio estilo. Chema Jménez es un escultor en construcción que utiliza materiales textiles, palos, maderas y objetos de cartón y papel que va ensamblando y envolviendo hasta crear sus obras; Pablo Berodia es un artista incansable que concibe la superficie de la pintura como all over para significar un campo abierto sin límites en la superficie del cuadro. Su obra es rítmica, dinámica, con varios elementos crecientes que se alternan sucesivamente y con una paleta de color que ha evolucionado desde las gamas oscuras con las que trabajaba inicialmente, a toda la explosión de colores actual.
Chema y Pablo son dos de los residentes en el CAD Sierrallana, el centro de alta dependencia en donde funciona el Atelier en el que estos creadores han encontrado su lugar dentro del arte.
Todo surgió cuando Jamaica Fernández, coordinadora del proyecto, detectó que en los talleres que se organizaban en el centro por las tardes, había algunos residentes que «tenían una manera muy peculiar de trabajar. Vi que lo que hacían no eran simples garabatos, así que comencé a cambiarles un poco el material. Primero les di un cartón, porque Manuel Salado y Asun Palencia, por ejemplo, son muy impulsivos en su trabajo y sobre el papel se les rompían los lápices; luego llevé rotuladores que yo tenía en mi estudio y así vimos que la obra que generaban tenía interés como para poner en marcha un proyecto concreto e intentar buscar la vocación de estas personas. Hay muchos proyectos interesantes alrededor del mundo del arte y la discapacidad. Nsotras siempre investigamos y lo que hacemos es poner en valor la capacidad que tienen estas creaciones para emocionarnos como expresión artística».
Asun Palencia, es una artista que manifiesta habilidad para registrar, a través del dibujo, sus ideas y sentimientos con claridad en sus formas. Usa el círculo como elemento modular. Es rítmica, repetitiva y agresiva en la ejecución del trazo.
El poder de la obra de Manuel Salado, radica en la evidencia de su significado oculto, difícil de desentrañar para quien contempla sus obras, pero que abre incógnitas que, a veces, dan miedo.
Julián Morante crea una obra caracterizada por su fuerza, su energía, su movimiento y el dinamismo para lo cual utiliza magistralmente las lineas y los colores que son saturados y están cargados de connotaciones simbólicas y emotivas.
Jamaica explica para EL FARADIO que cada uno tiene su propio estilo y eso es lo que se ha mantenido. «Si que se potencia el uso de algún tipo de técnica, se les enseñan nuevas herramientas, porque ellos hasta ahora sólo habían pintado con un lápiz sobre un folio. En el Atelier aprenden pequeños trucos como la forma de preservar una zona mientras pintan por encima, la forma de mezclar colores, usar el pincel, los rotuladores posca, los lápices de colores, bolígrafos de gel y la pintura acrílica…. «
Otra de las actividades importantes del Atelier consiste en enseñarles todo el bagaje cultural y artístico que ellos no han tenido, para lo cual suelen visitar exposiciones y también ven vídeos para explorar otros trabajos del mundo del arte. «Lo cierto es que ellos no han tenido ningún tipo de formación artística porque son personas que llevan muchos años viviendo en una institución y por eso nosotras insistimos mucho en mostrarles el trabajo de otros artistas para que se vaya nutriendo de esos estímulos que hasta el momento no han tenido. Ellos nunca han ido a una academia ni a nada parecido y esa formación es parte de nuestro trabajo», explica Amelia Ortiz, Coordinadora del proyecto.
Jamaica y Amelia destacan que para ellas es muy importante difundir la obra de los artistas, dar difusión y visibilidad al trabajo que realizan día tras día para que sean reconocidos por su valor artístico. «Lo cierto es que tenemos apoyo institucional. La consejera de Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, siempre nos apoya en todo y se muestra especialmente sensible con el proyecto. Agradecemos su presencia en la inauguración de esta muestra, pero para nosotros es muy importante también que haya venido la Directora General de Cultura, Gema Agudo, porque en cierto modo, es un respaldo que llega ya del mundo de la cultura y no del de la dependencia y eso es inclusión. Nosotras pretendemos que ellos tengan el mismo peso que cualquier otro artista, que se cuente con ellos. En esa lucha estamos».
Ángeles Adán es una artista que utiliza un tipo de composición abstracto, con el uso del círculo como elemento modular. es rítmica y repetitiva, con diferentes grados de intensidad en la modulación y el tamaño de sus grafismos. Cuando está relajada y concentrada es lenta y delicada con sus trabajos mientras que cuando está ofuscada o nerviosa, trata de acabar el proceso rápidamente.
Ángeles Cobo va evolucionando con rapidez en la creación de nuevos símbolos a través de los recursos expresivos que confieren los diferentes tipos de líneas que utiliza. Se basa en improvisaciones de apariencia misteriosa, llenas de color y ritmo.
Luisma Iturralde es un gran narrador de historias a través de sus dibujos. Muestra un estilo Naíf caracterizado por candidez, ingenuidad, espontaneidad, colores brillantes, poco naturalistas y perspectiva acientífica.
DODECAFONÍA
La exposición lleva por nombre ‘Dodecafonía’: la música social de la estética expresionista que se caracteriza por rechazar todas las leyes que rigen la armonía y la tonalidad clásica o romántica. De este modo, consiste esencialmente en la consideración de las doce notas de la escala cromática que tienen el mismo valor y función. El cultivo de esta nueva música se debió al afán de los compositores por buscar nuevos lenguajes y formas de expresar el arte.