Eduardo Magaldi es de Santoña, pero ya lleva tres años con la responsabilidad de ser el portavoz de la sección juvenil de UGT a nivel nacional, y acaba de ser reelegido para los próximos tres. Nos cuenta, en una entrevista concedida  EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, que comenzó en el sindicalismo dentro de la sección que se llamaba Transportes, Comunicaciones y Mar, «en la crisis anterior», la de 2008.

Le tocó participar en negociaciones de convenios colectivos o también de EREs, y se fue dando cuenta de que pasaban los años y no tenía compañeros implicados que fueran de su edad. Por tanto, pensó que era necesario implicar a los jóvenes como él en las labores del sindicato, y se creó Ojuca, la rama juvenil de UGT en Cantabria. Y el trabajo que se empezó a hacer ahí sirvió para que eso se reprodujera a nivel confederal.

El trabajo que se hace desde esta parcela de la juventud del sindicato está, por un lado, en favorecer la participación de los jóvenes que están dentro del sindicato. Esto ya supone hacer cosas de un modo un poco distinto, porque la Revolución Ugetista, que de ahí sale el nombre de RUGE, funciona con «calendario propio, lenguaje propio y canales de difusión» que son precisamente los que más usa la juventud y que «el sindicato no tiene tan interiorizados en el día a día».

«Se tiende a infantilizar el a qué se tienen que dedicar las personas jóvenes», dice Magaldi, reivindicando esa voz propia que debe tener una parte de la población que ve muchas dificultades para poder salir adelante, en una época de precarización que pone en riesgo desarrollar un proyecto vital digno.

«Hay que cambiar la forma de hacer sindicalismo», sostiene el portavoz de RUGE, dados los cambios que se están produciendo en el mercado laboral. Y dentro de estos cambios, cita la digitalización, que lleva «a un nuevo modelo de relaciones laborales», el teletrabajo, que «produce aislamiento, sentimiento de estar solo ante la empresa» o también la «atomización del número de empresas».

La dirección de su discurso es la de aunar a los diversos colectivos y organizaciones que están interesados en un progreso de la sociedad hacia el bienestar y la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora. «Si pensamos en un modelo social que funcione de manera colectiva, debemos caminar en común las diversas organizaciones», resume. Y lo hace respondiendo a algo que le preocupa, que es que «nos dividen, nos señalan de manera individual» y por eso plantea una respuesta colectiva, refiriéndose también a movimientos como el feminismo.

Mirando concretamente hacia la juventud, reivindica que han conseguido que se vaya a elaborar un estatuto sobre las practicas no laborales, las que realizan los becarios, también cuenta que «acabamos de negociar un Plan de Garantía Juvenil, algo que les preocupa sobremanera, «porque el anterior fue un absoluto desastre».

Y Magaldi afirma también que «las políticas activas de empleo joven no crean empleo por sí mismas» y que para poder reducir el desempleo entre los menores de 35 años no debe consistir sólo en «bonificaciones a las contrataciones como reivindican las empresas», sino que debe haber también «planes de reindustrialización y desarrollo de sectores estratégicos» para terminar por conseguir el objetivo de que haya «empleo digno y de calidad».