Un total de 8.838 Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), el 94,3% de los presentados durante la pandemia, han dejado de estar en vigor en Cantabria después de que las empresas hayan optado por no solicitar su renovación.

En cuanto a las personas trabajadoras, permanecen en suspensión o reducción de jornada por ERTE 1.964, frente a las 35.547 que lo estuvieron tras la declaración del Estado de alarma. Estas 1.964 personas suponen “menos del 1% de las afiliadas a la Seguridad Social en nuestra comunidad autónoma”.

Son datos aportados hoy, en rueda de prensa, por el director general de Trabajo, Gustavo García, quien ha presentado ante los medios de comunicación un informe sobre la evolución de los Expedientes desde el inicio de la crisis sanitaria.

Tal y como ha recordado, el Gobierno de España y los agentes sociales han suscrito desde marzo del año pasado seis acuerdos en defensa del empleo. El último entró en vigor el pasado mes de octubre y establece la posibilidad de nueva prórroga de los ERTE, pero “por primera vez no de forma automática, sino a solicitud de la empresa”.

Una vez que se ha cerrado el plazo para solicitar esta renovación, en Cantabria las empresas han requerido la prórroga de 543 Expedientes, lo que supone el 5,7% de los más de 9.000 que hasta ahora estaban en vigor. De esta forma, 8.838 Expedientes de Regulación de Empleo Temporal –el 94,3%- han expirado.

“La primera valoración sobre este número de ERTEs prorrogados es positiva y muestra de manera inequívoca una recuperación de la actividad económica y del empleo en su conjunto, con la recuperación de las plantillas de trabajo”, ha manifestado García.

En esta línea, el director general ha destacado lo “eficaz” que ha sido la normativa específica de regulación de empleo, a través de los ERTEs, articulada por el Gobierno de España y los agentes sociales, que ha permitido “sostener” temporalmente en el contexto de pandemia más de 35.000 empleos en Cantabria, que de otra manera se podrían haber destruido.

Así, también ha puesto en valor “el Diálogo Social como vía y espacio fundamental para el acuerdo, el consenso y toma de medida eficaces”. “Los Expedientes de Regulación de Empleo han permitido el mantenimiento de los puestos de trabajo y no perder capital humano en las empresas (conocimiento, experiencia, etcétera.) para afrontar la reactivación laboral y económica de manera solvente”, ha recalcado.

Sobre el escenario futuro, también ha valorado como positivo que la regulación de empleo se contemple como un “mecanismo estructural” que permita el mantenimiento del empleo ante situaciones de dificultad de las empresas. “Es una de las cuestiones que se está trabajando como parte de la reforma laboral del mercado de trabajo, una vez más dentro del Diálogo Social. Será necesario esperar para saber su concreción más allá de febrero de 2022”, ha apostillado.

POR SECTORES

De los 543 expedientes, el 96% (521) son de fuerza mayor y el 4% (22) por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (ETOP). Esta nueva prórroga de los ERTEs vigentes se prolonga hasta el 28 de febrero de 2022

El director general de Trabajo ha desglosado los datos de los sectores de actividad que han solicitado prórroga, que se distribuye de la siguiente manera: hostelería y turismo, 206 un (37,9 %); comercio, 72 (13,2 %); peluquerías y centros de estética, 24 (4,4 %); distribución de alimentación y bebidas, 21 (3,8 %); agencias de viaje, 17 (3,1 %); enseñanza, 13 (2,3%); taller de vehículos, 13 (2,3 %); actividades deportivas, 10 (1,8 %); artes escénicas, 9 (1,6 %); concesionarios, 7 (1,2 %); resto sectores, 151.

Sobre los registrados durante las cinco primeras prórrogas, ha detallado que en el año 2020 se presentaron 8.977 expedientes -8.104 por fuerza mayor- y 404 en el año 2021 -321 por fuerza mayor-. En este punto, ha querido hacer un “especial reconocimiento” a los empleados y empleadas públicas de la Dirección General de Trabajo, que “asumieron esta importante tarea, pues de la tramitación de estos expedientes de regulación de empleo, dependía por un lado la viabilidad de las empresas obligadas al cese y también las prestaciones por desempleo que debían percibir estas personas trabajadoras afectadas por un ERTE”.

ESCASEZ DE SUMINISTROS

Por otro lado, no directamente derivada de la limitación de la actividad a causa de la pandemia, Gustavo García ha manifestado que de manera “incipiente” comienza a registrarse una regulación de empleo vinculada al sector de la automoción como consecuencia de la falta de suministros para la fabricación, así como a otros sectores como el de la construcción.

Hasta el momento, según ha apuntado, se han presentado ante la Dirección General de Trabajo 11 Expedientes de regulación en actividades económicas ligadas a la fabricación de componentes de automoción, ingeniería mecánica, así como venta y reparación de vehículos.