José María Alfaro es representante de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias. Está de visita en Cantabria, para acudir a la Gala de Navidad de Afilia, la asociación de agencias inmobiliarias de la Comunidad.

Estas asociaciones están insistiendo en algo que consideran una necesidad para el sector, y es que haya un registro obligatorio de agente inmobiliarios, y que eso se plasme en las diferentes normativas sobre vivienda.

Precisamente Cantabria está avanzando en aprobar una nueva Ley de Vivienda y en el borrador se incluye esta petición. Se trata de que no pueda ser una persona cualquiera quien pueda dedicarse a ser parte intermediaria en la venta o alquiler de un inmueble, sino que sea alguien que esté registrado como agente oficial.

Alfaro explica, en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, que se trata de aumentar la «calidad del servicio» y dotar de una «mayor seguridad al mercado», de cara a que un posible comprador de una vivienda sepa perfectamente con quién está tratando.

Que haya un registro obligatorio supone también que un agente inmobiliario firme «un seguro de responsabilidad civil y un seguro de caución de las cantidades entregadas», además de que se pueda «medir de manera objetiva la formación y las garantías que un profesional puede ofrecer a los clientes».

De esta manera, opina Alfaro, se ofrece una mayor transparencia del propio sector inmobiliario hacia afuera y se aporta una protección extra a los usuarios que acuden a una agencia. Por eso cree que es fundamental que una Ley de Vivienda recoja esta exigencia.

Es algo que ya existía hasta el año 2.000, cuando se liberalizó el sector, y entonces se abría la puerta a que personas que no pertenecen a la profesión pudiesen ser intermediarias en la compra o alquiler de una vivienda. Ahora se acerca la posibilidad de que eso vuelva a cambiar, y que un cliente pueda distinguir si trata con alguien reconocido o no.