La Plataforma de Rastreadores de Salud Pública de Cantabria, que hace semanas revelaba el fin del contrato de la mitad de la plantilla, ha denunciado que los responsables del servicio están pidiendo a los que no han sido despedido que acudan a trabajar este martes, cuando se formaliza la marcha de los otros, cuyas labores serán asumidas por miembros de la UME (la Unidad Militar de Emergencias).

“Los altos cargos de la Unidad Epidemiológica de Cantabria están pidiendo a los rastreadores que no están afectados por la disminución de la plantilla prevista para este 14 de diciembre que vayan a trabajar en sus días libres, ya que no pueden hacer frente a tal cantidad de trabajo”, aseguran en un comunicado.

“No tiene ninguna lógica y es una temeridad (…) Están poniendo en riesgo a toda la población de Cantabria.”, denuncian, incidiendo en que “es imposible que con solo media Unidad se pueda hacer un rastreo mínimamente correcto”.

A esto se suma, según explican fuentes sindicales, que hay otra parte de los rastreadores que no dependían de Salud Pública sino, formalmente, del Servicio Cántabro de Salud: en estos casos, aludiendo a la “baja actividad”, se optó por prescindir de ellos y derivarlos al refuerzo de atención primaria, aunque con la fecha límite del 31 de diciembre.

El sindicato Trabajadores Unidos hacía un llamamiento a Revilla y el Consejo de Gobierno a que reconsideren esta decisión, atendiendo tanto a la especialización de ese personal como a la variente Omicron o los contactos navideños.

Y la presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga, proponía ayer en el Pleno a Revilla que escuche y se deje ayudar, porque hay alternativas al “sinsentido”.

Así, ha pedido que se mantengan todos los contratos Covid en Atención Primaria y se refuerce la plantilla de rastreadores, en lugar de “mandar a casa” a la mitad de la plantilla.

Según Buruaga, “en el momento más crítico y con el virus ganando terreno, cuando la red de rastreo está más tensionada, cuando los servicios de salud están aumentando efectivos, el Gobierno de Cantabria prescinde de 42 profesionales capaces, formados, experimentados y comprometidos, que equivalen al 70 por ciento de los efectivos reales”