La actual legislatura en Santander, al margen de la pandemia, está marcada por el debate sobre los servicios públicos de la ciudad. Y la división en el Pleno no sólo se da entre Gobierno y oposición, sino que afecta al propio Gobierno de coalición, después de escuchar en numerosas ocasiones al portavoz el Ejecutivo, Javier Ceruti, disentir de sus compañeros del PP y también criticarles con dureza.

El contrato de las basuras es el que se ha llevado más minutos de debate. Todos los partidos menos el PP apoyan la creación de una Comisión de Investigación que todavía no se ha abierto. Expedientes, broncas, denuncias, ninguneos al Pleno municipal, un contrato resuelto y lo principal, la suciedad que sufre la ciudad y que ha sido documentada por unos cuantos vecinos a través de fotografías y vídeos publicados en redes sociales.

Santander es muchas cosas. Es darse un paseo por Puerto Chico, contemplar una exposición en el Centro Botín, los baños de ola, degustar unas rabas en Peña Herbosa, asomarse a un concierto rockero en el New, sufrir una tarde con el Racing en los Campos de Sport de El Sardinero, divisar la bahía después de subir en el funicular, reconocer la joya que es Valdecilla, pegarse una fiesta en la plaza de Cañadío, encontrarse en un evento en la Filmoteca Mario Camus, estudiar en la Biblioteca Central y mucho más. Cada una tendrá en mente sus propias experiencias en la capital de Cantabria.

Pero Santander también es la ciudad del Cabildo de Arriba, la de la transición urbanística pendiente, la gentrificación, la del PGOU anulado por los tribunales, la de los espigones que si sí, que si no, la que no termina de apostar por la movilidad sostenible, la del MetroTUS, la de las ratas por el centro de la ciudad, los vertederos ilegales en los barrios periféricos y la que cuenta con cuchillas para evitar saltar la valla del puerto. Y mucho más. Cada una tendrá también sus propias quejas respecto a lo que funciona mal en la ciudad.

A veces el debate tira por lo inútil que es una Comisión de Investigación. Un instrumento que no resuelve nada y que no consigue dejar satisfecha a la ciudadanía. Sin embargo, es un instrumento legal que hasta ahora no se había concretado en el Ayuntamiento de la ciudad.

Si es un instrumento utilizable y que los partidos políticos acaban solicitando en algún momento en diversas instituciones, a nivel estatal o autonómico, parece razonable que, al menos, un Ayuntamiento del tamaño y la población de Santander pueda tenerlo como un recursos a utilizar. Después de casi año y medio de debate, todavía no se ha conseguido abrir la que piden todos los partidos menos uno. Ese uno es el más votado, pero quienes piden esa comisión son 16 concejales de los 27 de la corporación.

Desde hace casi dos meses, el servicio de la recogida de residuos lo está llevando a cabo CESPA, después de una adjudicación de emergencia tras quedar resuelto el contrato con la anterior adjudicataria, la UTE Cuida Santander, formada por Ascan y Geaser, dos empresas del Grupo SADISA. La idea es que esta situación se resuelva a la mayor brevedad con un nuevo pliego de condiciones y un concurso para adjudicar el nuevo contrato.

Sin embargo, con Parques y Jardines esa misma fase transitoria está siendo más larga de lo previsto o, simplemente, de lo deseable. En el día de ayer se hacía una presentación de ese nuevo pliego por parte de la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual, y la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo.

Ha sido un proceso donde no estaba claro si el cumplimiento de las condiciones podía tener una afectación para los trabajadores, después de varias protestas llevadas a cabo contra el equipo de Gobierno. Algunas constructoras entraron a intentar llevarse el contrato

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La duda que se puede tener ahora es si con el servicio de las basuras pasará algo similar, se investigue o no en comisión lo sucedido durante los ocho años que ha durado la relación contractual entre el Ayuntamiento y Ascan/Geaser.

El PP se ha empeñado en señalar a la empresa adjudicataria como responsable de lo sucedido, mientras que Ciudadanos apunta en esa misma dirección y también en la sus compañeros de Ejecutivo por haber estado permitiendo durante ocho años que el servicio funcionase de manera indebida. Santiago Díaz, presidente del Grupo SADISA, presumía en su célebre rueda de prensa de hace poco más de un año de la longeva relación entre su conglomerado de empresas y el Ayuntamiento, que se extendía por más de un cuarto de siglo.

Desde la oposición se alude al calendario electoral para la solución de este problema con las limpieza de la ciudad. Se piensa que, de aquí a las elecciones, para las que queda casi año y medio, todo estará en orden, con el nuevo contrato adjudicado y la crisis de las basuras resuelta. ¿Conseguirán que la ciudad esté limpia en menos de un año y medio?

LA PRESENTACIÓN DEL PLIEGO

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander aprobaba ayer en sesión extraordinaria los pliegos del nuevo contrato para el servicio de conservación y limpieza de la infraestructura verde de la ciudad con vigencia de cinco años (cuatro y una prórroga de uno) que amplía un 30% las zonas verdes y los espacios ajardinados e incorpora 45 puestos de trabajo.

Así lo ha anunciado la alcaldesa de Santander, Gema Igual, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, y en la que ha destacado que el Ayuntamiento busca un “servicio de calidad, muy especializado y ambicioso” con una nueva visión integradora de las 12 tipologías estructurales en las que se ha dividido la infraestructura verde de la ciudad.

La regidora ha explicado que el nuevo contrato, que tiene un precio de licitación de 12,7 millones de euros anuales, incorpora un 30% más de zonas verdes y ajardinadas, que suman casi 4 millones de metros cuadrados; más de 34.000 árboles; 141 áreas infantiles y biosaludables; 36.475 m2 de zonas caninas; 5.000 bancos; 36.475 m2 de zonas caninas; 116 fuentes de agua potable y 6 ornamentales; 261 vehículos de nueva adquisición y medioambientalmente sostenibles; y nuevas áreas singulares como el jardín vertical de Tabacalera.

Además, se incrementa en 45 el número de trabajadores, que será de 239 correspondiendo 219 a tiempo completo de lunes a viernes; 12 los sábados, domingos y festivos y 8 cinco meses al año para el refuerzo de limpieza y mantenimiento en los parques.

Es decir, que tal y como ha precisado Igual, este nuevo contrato incluye la actualización de los salarios de los operarios así como el nuevo personal técnico especializado -lo que supone un 80% del total del presupuesto-, además de otros elementos especiales que no se contemplaban en el anterior como la conservación de las zonas verdes y el arbolado del Instituto Municipal de Deportes; el jardín vertical de Tabacalera; y la conservación y mantenimiento de todos los bancos de la ciudad.

Asimismo, la alcaldesa ha puesto de manifiesto que la gestión del verde en el nuevo pliego se realiza en base a 12 tipologías estructurales de la infraestructura, teniendo en cuenta la estructura ecológica, el uso y los requisitos de mantenimiento. “Se cambia la visión de los parques y jardines como sistemas aislados para entenderlos como un conjunto interconectado funcional para mejorar el bienestar y la salud de los santanderinos”, ha remarcado.

Dichas tipologías con tratamiento diferencial son: Arbolado, con diferencias entre el urbano y el de la zona verde; calle verde como la Avenida de los Infantes; calle verde usos intensivo como la Alameda de Oviedo; infraestructura ajardinada como la Avenida de los Castros; infraestructura naturalizada como la Autovía de la S 20; estructura verde como el aparcamiento del Faro y su entorno; estructura verde uso intenso, cuando se mezclan parques y plazas como Los Derechos Humanos; parque periurbano como la Avenida del Deporte; parque urbano como Las Llamas; espacio natural como Cabo Mayor; espacio natural difícil como el Talud de Reina Victoria o la Peña de Peñacastillo; y el jardín vertical.

“Llevamos años trabajando en la sostenibilidad de la ciudad y en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con la nueva adjudicación de este servicio apostamos firmemente por políticas ambientales que mejoren los espacios verdes de la ciudad y promueven la salud, apostando por la especialización, por ese giro hacia el cuidado particularizado de cada una de las zonas verdes, por la economía circular, por la estrategia verde y por la restauración ecológica”, ha concluido.

Por su parte, la concejala de Medio Ambiente ha incidido en que la elaboración de los pliegos se ha llevado a cabo considerando la infraestructura verde urbana como una red de espacios multifuncionales, de confort ambiental y físico, conectados y transitables, que proporciona un conjunto de beneficios para la salud de los ciudadanos y para el ecosistema de la ciudad, y teniendo en cuenta además la Estrategia de la Unión Europea sobre la Biodiversidad con la que se persiguen la ecologización de las ciudades y la reducción de la contaminación a través de la Infraestructura Verde.

“Sobre estas bases hemos elaborado unos pliegos de calidad y ambiciosos, ya que no se trata del simple mantenimiento de parques y jardines, sino que apostamos por un completo servicio que incluye planificaciones, cálculos y mediciones de diversos factores beneficiosos para la salud de los ciudadanos”, ha remarcado.

También ha detallado que los nuevos pliegos que salen a licitación refuerzan y mejoran diversos factores en relación al contrato anterior: Se incrementan en 850.000 m2 las zonas ajardinadas; se refuerza el ratio de conservación (pasando de 2 a 1,77 hectáreas por operario); se amplían los trabajos de arboricultura; y apuesta por la estrategia de mejora de la biodiversidad del Ayuntamiento con un equipo especializado en mejora de la biodiversidad y control de especies invasoras.

Igualmente, incluirá la redacción de un plan integral de mejora de la biodiversidad, actuaciones de concienciación y participación ciudadana, apostará por Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) para naturalizar Santander y una gestión integrada de la Sanidad Vegetal (sin herbicidas y plagicidas), vehículos con etiqueta ambiental, medios materiales innovadores, integración del sistema en la plataforma Santander Smart City, gestión digitalizada y comunicación directa con el Ayuntamiento.