Izquierda Unida defiende una política “vinculada al territorio y sus gentes” frente al “abandono” del Gobierno al sector social o primario
El coordinador general de Izquierda Unida de Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha hecho balance sobre la situación de Cantabria, y apela para 2022 y 2023 al desarrollo de una política “vinculada al territorio y sus gentes” frente al “abandono” del Gobierno al sector social o primario o las “falsas agendas que se nos quieren imponer a base de gritos y crispación” o los proyectos “agotados que ya no tienen ideas nuevas”.
Para ello, Izquierda Unida continuará durante el próximo año haciendo llegar al Gobierno propuestas “que mejoren la vida de la gente”, en solitario o en alianza con otras fuerzas políticas, sociales o vecinales, “pero siempre pensando en el bien común”.
En este sentido, el líder de IU destaca el “olvido” que viven los temas más sociales como el acceso a la vivienda o la atención a la dependencia y el tercer sector, “muy disgustado con las políticas insuficientes y las trabas de las consejerías del PSOE”.
“Las políticas sociales son las que más necesitan la población, incluida la más vulnerable: hablamos del trato a los mayores, de las situaciones de precariedad económica que se han agravado con la pandemia y que no pueden fallar. En lugar de eso, se encuentran con problemas presupuestarios y trabas burocráticas que expulsan a los propios aludidos del sistema”, lamentaba Ruiz Salmón.
Para el dirigente de Izquierda Unida, la falta de proyectos “sólidos” o las “agendas artificiales” son “más palpables en el sector primario”, donde ganaderos y productores agroalimentarios “luchan por consolidar modelos económicos respetuosos con el territorio” y se encuentran con las “prácticas abusivas de la gran industria y distribución” en sectores como el lácteo, con una venta a pérdidas “que no se toleraría en otros sectores”, “con la total ausencia de intervención del PRC en las competencias autonómicas que ostenta” y que “si por las derechas fuera, se hubiera permitido”, ha afirmado en alusión a la aprobación en el Congreso de los Diputados de la Ley de la Cadena Alimentaria defendida por Unidas Podemos en el Gobierno y con el voto en contra de PP y Vox.
Frente a esto, Izquierda Unida apuesta por el acompañamiento en las luchas laborales contra la precariedad o los accidentes en el trabajo, la defensa de la juventud expuesta a la “plaga” de las casas de apuesta (habiendo conseguido reforzar la protección con la incorporación de propuestas suyas a la legislación cántabra) o por “reforzar” la protección de las víctimas de violencia de género dando cabida a nuevas realidades que la legislación autonómica actual no atiende.
Más implantación territorial para dar el salto al Parlamento y el medio rural
Izquierda Unida de Cantabria ha culminado con éxito el propósito fijado para acabar el año: la implantación orgánica en toda la comunidad, a través de sus asambleas locales y comarcales, con el fin de preparar sus candidaturas al Parlamento y municipales.
En el plano interno, las asambleas de Trasmiera y Occidente han sido las últimas en el plan de expansión de la formación, tras Campoo, Castro-Costa oriental, Cayón-Pisueña o el Besaya, además del papel que los cargos públicos locales tienen en municipios como Santander, Astillero, Val de San Vicente, Entrambasaguas o San Felices de Buelna, entre otros.
Además, el balance afiliativo de enero a diciembre es “claramente optimista, el mejor dato desde hace más de 5 años”: “tenemos más de un 15% de incremento de nuevos integrantes en este curso, especialmente de puntos rurales donde es más difícil la participación política”.
“En 2023 Izquierda Unida impulsará y formará parte de más candidaturas locales que en 2019 con el reto de atender la realidad vecinal que los partidos de siempre, con prácticas caciquiles en muchos casos, no abordan o lo hacen con la insuficiencia de quien con cada decisión sólo busca amarrar votos y no mejorar la vida de todo el municipio”, ha esgrimido.
Ruiz Salmón se muestra “muy crítico” con prácticas que los concejales de IU le trasladan con respecto a los equipos de gobierno locales, como “insultos y faltas de respeto, opacidad y escritos sin responder pese a que lo obliga la ley, uso partidista de perfiles oficiales o desplantes y trabas para hacer su labor como representantes públicos”.
“Cuestiones, todas ellas, que para nada representan el día a día de nuestros barrios, pueblos y ciudades, donde la convivencia es la norma; hay quien considera que el ayuntamiento es una prolongación de su casa en la que nadie más puede entrar y es así como la gente se aleja de la política, de los asuntos públicos que nos conciernen a todos”, ha continuado.
Por ello, plantea que el “desborde vecinal”, como en el tema eólico, es “la mejor manifestación de una población viva y que quiere ejercer sus derechos de participación y decisión sobre su entorno y para sus semejantes”.