“Nos han vendido la idea de que puedes conseguir lo que quieras sólo deseándolo”
Hace un par de años, el Antonio Serrano adulto se enfrentó, cuando falleció su padre y tuvo que ocuparse de la casa familiar, al Antonio Serrano adolescente que, en un viejo diario, mostraba su preocupación por el problema del acné.
“Agustín, el del supermercado de debajo de casa, me dijo que tenía que bañarme cada día en el Cantábrico”, de modo que Antonio se pasó cuatro meses, “lloviese o haciendo frío”, bajando al Sardinero a bañarse.
Es uno de los ejercicios de constancia que, junto a muchas historias personales, recupera en ‘La constancia que me parió’ este cámara de televisión cántabro, durante años trabajando en Localia y ahora afincando en Madrid, grabando retransmisiones de la Liga o la Champions, o programas como Ilustres Ignorantes, Noche H, Late Motive, Los Oscars, los informativos de Cuatro y las noches de NBA en Movistar Plus.
En el fondo son “anécdotas de un inconstante” en las que recuerda, en conversación con EL FARADIO, como “yo desde pequeño iba fracasando en un propósito tras otros”.
Dejar de fumar, adelgazar, beber menos o recuperar amistades son algunos de los clásicos propósitos de principio de año que pueblan un libro “dirigido a los hombres y mujeres del mañana”. En concreto a los que anuncian que “mañana van a cambiar sus malos hábitos alimenticios y van a empezar a comer sano, los que mañana van a volver al gym a sudar la camiseta del Decatlón, los que mañana dejaran de fumar, eso sí, después del cigarrito de después del café”.
‘La constancia que me parió’ está basado en experiencias personales e historias relatadas con un estilo ligero y divertido, pero también con mucho sentimiento y profundidad, pero que en el fondo “remueve mucho” porque “todos tenemos cuentas pendientes”
Conforme avanzan las páginas, se va ahondando en cómo podemos cambiar los malos hábitos y vivir una existencia mucho más plena y feliz.
Para ello, la receta es el “pensamiento consciente”, es decir, el “pensar antes de comerse ese bocadillo de Nocilla si realmente lo quiero” y “aplicarlo a todo”.
En suma, “pensar antes de actuar”, en lo que, lejos de ser un falso positivismo de autoayuda, trata precisamente de combatir ciertos dogmas: “nos han vendido la idea de que puedes conseguir lo que quieras sólo deseándolo, pero no basta sólo con desearlo, hay que aplicar orden, perseverancia y lucha”.
“Hay que pararse, cerrar los ojos, preguntarte qué te hace feliz y buscarlo”, resume Antonio.