La asociación de mujeres poetas Genialogías presenta su ‘Diccionaria Una’ este viernes en Gil
La asociación feminista Genialogías, formada por más de 60 mujeres poetas, presentará este viernes a las 19 horas (aforo hasta 22 personas) su ‘Diccionaria Una’.
Se trata de un trabajo en el que usan el lenguaje para inventarse palabras que no existen o darles significados a las que ya existen, buscando así llamar la atención sobre el silencio que muchas veces desde las letras se ha impuesto sobre el trabajo y la realidad de las mujeres.
En el acto intervendrán Nieves Álvarez, escritora, artista, vicepresidenta de Genialogías y coordinadora territorial de MAV en Cantabria; Ana Ares, Marisa Campo, Dori Campos, Ana García Negrete, Rosario de Gorostegui y Raquel Serdio; con la colaboración de Elena Camacho, poeta; Marisol Cavia, artista y socia de MAV; y Carmen Mora, poeta. Participará, además, Paco Moral, poeta y editor de Ediciones Tigres de Papel.
CONTRA EL SILENCIO
“Diccionaria una es un glosario que intenta superar este déficit de palabras. Para ello, ha inventado algunas de las palabras que nos han faltado o ha dado nuevos sentidos a palabras que ya existen”, señalan.
Por ejemplo: para ese gesto fino que usamos para confortar ha inventado “balsamar”; “biopresa” explica la desorientación que nos producen los cambios biológicos a lo largo de nuestra vida; esa criatura que nos hace agarrarnos al mundo con fuerza se llama “costurita”.
“Cuidadicio” es el vicio de cuidar en exceso, del que convendría cuidarse a una misma; y una “fresca” es ahora algo grandioso: esa mujer alegre que ha rechazado las convenciones sociales que la enajenaban.
El trabajo de las poetas de Genialogías para Diccionaria una, desarrollado de forma colectiva a lo largo de cuatro años, intenta así “nombrar con libertad, soltura y gracia, con placer y sentido, sin esperar la aprobación de infinitas jerarquías que pretenden regular las palabras como si fueran suyas (…). La lengua no pertenece al sistema ni al poder, aunque ambos se hayan servido de ellas”, se declara en su prólogo.
De hecho, la introducción al libro comienza así: “Una lázara comparte su acerico y nombra (…). Y de esta delegancia, de este acto de inmensa libertad, las demás nos crecemos y seguimos nombrando”.
Así, Diccionaria una recoge luego que “lázara” significa “mujer que se levanta y anda porque le da la gana”; “acerico: lugar sagrado, variable y caprichoso, donde se guardan para tener siempre a mano los pensamientos que no se pueden perder”; y “delegancia: forma de compartir una responsabilidad en grupo de mujeres, de modo que al olvido de quién hizo cada qué, sigue una (des)comunal trenza, que no es adorno de ninguna cabeza en particular, y sí escala que sube a un nuevo círculo de acogedor brillo, donde danza lo femenino plural, y en plural los femeninos”.
Diccionaria una (Ediciones Tigres de Papel-Asociación Genialogías, 2021) intenta paliar, en parte, siglos de silencio: “que se callen las mujeres” está en el hueso de la cultura occidental. Desde Telémaco, en la Odisea de Homero, callando a su madre Penélope; pasando por la Biblia donde tras la palabra de Eva, la humanidad fue expulsada del Edén; a la Edad Media cuando, como explicó Cristina de Pizan en La ciudad de las damas, las palabras de las mujeres eran causa de todos los males, enumeran desde Genialogías, que recuerdan como tras la caza de brujas, que calló la tradición femenina de palabras que curan o pueden despertar el amor; la Ilustración apenas iluminó los textos firmados por mujeres que, en sobrados ejemplos, fueron objeto de ridiculización, una importante herramienta de silenciamiento.
En el siglo XX y XXI, y tras tres olas de movimiento feminista, la ausencia de consideración a las palabras de las mujeres sigue siendo una inercia en la que, desgraciadamente, a menudo caemos todos y todas.
Hacia el futuro, el libro se llama ‘Diccionaria una’ porque nace con vocación de proceso: como el árbol del lenguaje, irá creciendo en próximas ediciones. Poco a poco, las poetas de Genialogías seguirán trabajando para ella.
El proyecto se ha nutrido de maestras, redes sociales y la escucha en la calle.
GENIALOGÍAS
Genialogías es una asociación feminista de mujeres poetas que tiene como fin divulgar y apoyar la poesía escrita por mujeres.
Se trata de un grupo heterogéneo en cuanto a la edad, las sensibilidades feministas y los estilos literarios, por lo que cuentan entre nosotras tanto con premios Nacionales, como con jóvenes que acaban de publicar su primer libro.
“Creemos que la obra de las poetas no ocupa el lugar que merece en el mundo literario, ni se estudia suficientemente en las escuelas y universidades, ni tiene una difusión o un espacio que corresponda a su calidad. La marginación cultural es uno de los marcos de pensamiento que justifica la violencia social, y de facto, contra las mujeres. Sin embargo, creemos que la realidad puede cambiarse y estamos dispuestas a continuar la tarea que otras mujeres y poetas comenzaron antes que nosotras. Para lograrlo, nuestra metodología de trabajo es horizontal, desde el reconocimiento mutuo, con afecto y a través de la escucha”, explican.
Y para ello se apoyan en la existencia de una extensa colección de poesía de grandes poetas de nuestra tradición reciente.
De momento, siempre en colaboración con la editorial Tigres de Papel, ya han publicado los títulos: Marta y María, de María Victoria Atencia; Los cuerpos oscuros, de Juana Castro; Ítaca, de Francisca Aguirre; Poemas de Cherry Lane, de Julia Uceda; El grito inútil, de Ángela Figuera Aymerich; Cobalto, de Esther Zarraluqui; Los devaneos de Erato, de Ana Rosetti; Mnemosine, de Dionisia García; El pájaro mudo, de Luz Pichel; La mano muerta cuenta el dinero de la vida, de Menchu Gutiérrez; y Golpeando el silencio, de Concha Lagos (en prensa, 2021).