Comisiones Obreras de Cantabria ha alertado del «techo de cristal» que afecta a las mujeres desde, incluso, antes de insertarse en el mundo laboral. Los datos de matriculaciones en la Universidad de Cantabria (UC) para el curso 2021-2022, extraídas por el sindicato del Servicio de Gestión Académica de la UC, arrojan cifras «que muestran que la brecha de género en los sectores científicos sigue siendo un ejemplo del trabajo que aún falta por hacer en el ámbito educativo y que lastra la presencia de mujeres en esos puestos de trabajo en el futuro», como ha subrayado Yolanda García, Secretaria de Mujeres de CCOO de Cantabria.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, CCOO de Cantabria ha insistido en la necesidad de «poner fin a los clichés que segregan las profesiones por sexo y educar en igualdad desde la infancia», como ha apuntado García.

Una brecha de género que viene de lejos, como ha mostrado el reciente estudio publicado por la UC «¿Tiene sexo la ciencia? Mujeres y hombres en las titulaciones de la Universidad de Cantabria» que recoge un análisis del género del alumnado de la UC durante las últimas dos décadas que muestra que aún estamos lejos de alcanzar un equilibrio.

En este sentido, las mujeres solo han representado, en el último año académico, el 28,2% de las matriculaciones en grados del ámbito científico de la UC –ingenierías, Física y Matemáticas-. El ejemplo más «sangrante» lo muestran los estudios de Ingeniería, donde solo el 24,1% de las matriculaciones corresponden a mujeres, frente al 75,9% que ocupan los hombres –en el grado en Matemáticas, por el contrario, es el único grado donde las matriculaciones de las mujeres superan a las de los hombres-.

Por el contrario, por ejemplo, los estudios superiores más relacionados con los cuidados a los demás los ocupan, en su mayoría, las mujeres. Respecto a las ciencias de la salud, las mujeres representan el 78,5% de las matriculaciones en Enfermería, el 100% en Logopedia y el 64,1% en Medicina. Una brecha de género mayor aún encontramos en la Facultad de Educación, donde el 76,8% de estudiantes de Educación Infantil, Primaria o el doble grado de ambas son mujeres.

Las tasas de rendimiento, éxito y evaluación que también recoge el Servicio de Gestión Académica de la UC son un motivo más para combatir los clichés: Ellas obtienen mejores resultados en todas las ramas. Por ejemplo, en un campo mayoritariamente ocupado por hombres, el de las ingenierías, las estudiantes tienen un porcentaje de rendimiento –el porcentaje de créditos aprobado sobre créditos matriculados- del 71,73% frente al 68,27% de los hombres.

Estas cifras se repiten en Ciencias, con porcentaje de rendimiento de las mujeres del 80,75% frente al 78,15% de los hombres; en Educación, un 92,17% en el caso de ellas frente al 87,03% de ellos y, en Ciencias de la Salud, donde el rendimiento de las mujeres supera en más de tres puntos al de los hombres: un 90,72% frente a un 87,08%.

Pero, a pesar de obtener mejores resultados, esto no se refleja en la concesión de Premios Extraordinarios de grado, como recoge el informe de la UC. Así, a lo largo de las dos décadas han sido premiados 309 hombres frente a 232 mujeres.

Con este escenario, García ha insistido en «la necesidad de que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres y que nuestros resultados académicos se reflejen en el mercado laboral». Para ello, como ha reivindicado, es fundamental «educar en igualdad, animar a las mujeres a estudiar carreras técnicas y combatir los estereotipos de género culturalmente instaurados».