La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los mil euros en 14 pagas afectará en Cantabria al 9,78% de las personas asalariadas a jornada completa, unas 19.300, tal y como se desprende del informe ‘Análisis del impacto del incremento del Salario Mínimo Interprofesional a 1.000 euros’ elaborado por el Gabinete Económico de CCOO.

CCOO de Cantabria ha puesto en valor la alta incidencia que tendrá la medida sobre los trabajadores y las trabajadoras de la región, tras valorar positivamente la ratificación del incremento por el Consejo de Ministros del pasado 22 de febrero, y ha lamentado que la región se sitúa en la séptima posición de las Comunidades Autónomas con más salarios por debajo de los 1.000 euros, sólo superada por Canarias, Murcia, Andalucía, Extremadura, Valencia y Galicia.

“La subida del SMI generará de nuevo el incremento de los ingresos de miles de trabajadores y trabajadoras de la región, va a provocar la mejora de muchos salarios pactados en las empresas de Cantabria y debe servir, además, para dar un empujón y mejorar algunos convenios sectoriales hasta ahora atascados”, ha subrayado Rosa Mantecón, secretaria general de CCOO Cantabria.

“Con este incremento rompemos la barrera de los mil euros, bajo la que se encuentran más de 19.000 trabajadores y trabajadoras a jornada completa en las empresas de Cantabria. Además, así, mejoramos el suelo salarial y se genera un gran impacto en nuestra región porque, junto a los efectos de la reforma laboral sobre la mejora de los salarios, se consigue una mejor situación económica para muchas familias”, ha añadido Mantecón.

Además, ha añadido que, de todos modos, “el informe refleja una clara precariedad salarial de las personas trabajadoras en nuestra región y muestra la necesidad de continuar avanzando en este sentido en el marco del Diálogo Social”.

Por sectores, de las 19.300 personas que cobraban un salario inferior al SMI de 2022 en 2019, 16.100 lo hacían en el sector servicios, es decir, un 83,4% del total, mientras que el porcentaje se reduce al 7,7% en la Industria; el 6,7% en la Agricultura y el 2,6% en la Construcción, tal y como se desprende de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) recogidas por el Gabinete Económico de CCOO.

En cuanto a los tramos de edad, de las 19.300 personas que cobraban un salario inferior al SMI de 2022 en 2019, casi la mitad, tenían entre 35 y 54 años.

La brecha de género, tal y como viene denunciando el sindicato en Cantabria desde hace tiempo, también se hace evidente cuando se habla de salario mínimo. La discriminación vuelve a ser protagonista cuando hablamos de hombres y mujeres que trabajan a tiempo completo. El 62,2% de las personas trabajadoras que cobraban un salario inferior al SMI de 2022 en 2019 en Cantabria eran mujeres frente al 37,8% de los hombres.

“Es muy significativo que, en este caso, a nivel estatal, los porcentajes están más igualados. Así, son el 52,5% de las mujeres frente al 47,5% de los hombres, lo que tendría que hacer sonrojar a muchos y muchas en Cantabria. Está claro que hay que adoptar medidas urgentes para acabar con las desigualdades que relegan siempre a las mujeres a las condiciones y a los empleos más precarios. La subida del SMI es una medida imprescindible pero no podemos quedarnos ahí y conformarnos”, ha incidido la secretaria general de CCOO Cantabria.

Por último, si se tiene en cuenta los tipos de contrato, en Cantabria, de las 19.300 personas trabajadoras que cobraban un salario inferior al SMI de 2022 en 2019, 9.200 tenían un contrato temporal (47,6%), 8.400 tenían un contrato indefinido (43,5%) y 1.700 eran fijos discontinuos (8,8%).

Las estimaciones del informe elaborado por CCOO se han realizado a partir de los salarios de la submuestra anual de la Encuesta de Población Activa (EPA) y de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) de 2019 y, aunque está disponible la submuestra de 2020, se ha preferido utilizar la del último año sin pandemia en tanto que sus resultados, muy probablemente, reflejan mejor la situación laboral en 2022, una vez recuperado el empleo perdido durante la crisis.