La inflación se mantiene por encima del 6% en los inicios de este año y  en 2021 recortó un 1,8% el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras de Cantabria, dos décima más que la media nacional (-1,6%).

Según las últimas estadísticas del Ministerio de Empleo, citadas por UGT, en enero de este año el aumento anual de la inflación se mantiene en un 6,1% (una décima más en Cantabria) y las previsiones de distintos organismos aplazan la moderación de los precios hasta finales de este año, por lo que «2022 es un año clave para incrementar los salarios y seguir el camino del SMI», según el sindicato, que apela a impulsar la subida de los salarios en 2022 e incluir este objetivo en «el centro de la agenda política».

UGT precisa que en 2021 el incremento salarial medio pactado en los convenios colectivos de Cantabria fue de un 1,5%, un 1,8% menos que la subida anual media de un 3,3% del Índice de Precios al Consumo (IPC) y dos décimas más que la pérdida de poder adquisitivo salarial media registrada en España (-1,6%).

Como subraya el secretario de Acción Sindical de UGT en Cantabria, Valentín Fernández, «el coste de esta inflación desbocada lo está pagando la clase trabajadora, lo que se confirma en el primer mes de este año de 2022, donde los precios siguen en máximos y los salarios no se incrementan en la misma medida».

Según el Ministerio de Empleo, en enero de este año se registraron en Cantabria 47 convenios colectivos que afectaron a 13.228 trabajadores con una subida salarial media de un 4,97%, la más alta de todas las comunidades autónomas españolas junto con la del País Vasco (4,31%) y casi tres puntos más que la media nacional (2,01%).

«La subida desmesurada de la inflación ha incidido en un incremento inusual de los salarios pactados en los convenios colectivos de Cantabria en los inicios de 2022, especialmente los de sector (+5,6%), pero eso no evita que los trabajadores y trabajadoras de Cantabria sigan perdiendo un 1,2% de su poder adquisitivo porque el IPC sigue por encima del 6%», recalca el responsable regional de Acción Sindical de UGT.

Valentín Fernández recuerda que «en Cantabria no se supera el 2% de incremento salarial medio anual de los convenios colectivos desde el año 2012» y reitera que «si no se frena la inflación tampoco se puede frenar el aumento de los salarios y el propio crecimiento económico que depende en gran medida de la capacidad de consumo».

 Previsión de un 3,5% de IPC medio

Un informe de la Secretaría Confederal de Recursos y Estudios de UGT recopila las distintas previsiones del IPC medio anual para este año 2022, que lo sitúan en un 3,5%, lo que para el sindicato fuerza a «una política salarial fuerte para que pueda impulsarse la recuperación económica».

El informe de UGT subraya, en relación a la evolución reciente de la inflación, que «lo que parecía un fenómeno transitorio que afectaba a los productos energéticos ha acabado en un efecto contagio en la subida de los precios de los productos de la cesta de la compra habituales.

El sindicato agrega que la subida de las tarifas eléctricas y los precios de los combustibles y carburantes aportaron el 63% del brusco incremento del IPC en 2021 «pero si a ellos se añade la subida de los alimentos, que implican 14% del gasto medio familiar medio, ya se alcanza el 79% de todo lo que repuntaron los precios al consumo el año pasado».

La Secretaría Confederal de Recursos y Estudios de UGT precisa que esta subida generalizada de los precios, incentivada inicialmente por la electricidad, los combustibles y los carburantes, incluso ha provocado un crecimiento de la inflación subyacente (no incluye ni productos energéticos ni alimentos) de un 2,4%, la tasa más alta desde 2012.

En Cantabria, el aumento interanual de los precios al consumo en 2021 se aceleró ya en los meses de abril y mayo por encima del 2%, aunque a partir de junio no bajó del 3%, en septiembre superó el 4% en comparación al mismo mes del año anterior (+4,5%), en octubre y noviembre se rebasó el 5% (5,5 y 5,7%) y se cerró el ejercicio con un repunte de un 6,8%, tres décimas más que la media nacional (6,5%).

 UGT considera que el crecimiento del IPC hasta ahora y las previsiones de que no se moderará hasta finales de este año «hacen más necesario que nunca que la patronal se siente a negociar con los sindicatos un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva».

 Ciudadanos pide adaptar el tramo autonómico del IRPF a la inflación para mitigar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores

 El Grupo Parlamentario de Ciudadanos (GPCs) ha registrado una proposición no de ley (PNL) para adaptar el IRPF del tramo autonómico y «aliviar» la pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo los trabajadores. Cs pedirá el lunes en el pleno el apoyo de todos los grupos parlamentarios para instar al Gobierno de España a que ajuste los tramos al impuesto a la evolución de la inflación y a la capacidad económica real de los contribuyentes.

El portavoz de la formación naranja, Félix Álvarez, ha señalado que los problemas ocasionados en las cadenas de producción globales, la escasez de ciertos suministros y la «preocupante» evolución del coste de la energía, han ido «empujando» el IPC al alza, hasta sobrepasar el 6% interanual, «unas cifras que España no sufría desde hace tres décadas«.

Además, ha recordado que la inflación es un fenómeno que castiga con mayor «severidad» a los ciudadanos con menos capacidad económica al suponerles, en términos relativos, una mayor pérdida de poder adquisitivo. Así, ha explicado, aquellos hogares cuyos ingresos nominales les permiten vivir solo de manera muy ajustada, ante una inflación sostenida no acompañada de incrementos análogos en sus ingresos, se ven abocados a situaciones de pobreza relativa. «Más delicada aún es la situación de los hogares que ya se encuentran en situación de pobreza relativa, que una elevada inflación no haría sino agravar», ha apuntado.

Desde Cs se propone que las bases pasen de 12.450 euros a 13.760 euros; de 20.200 euros a 22.320 euros; de 35.200 euros a 38.900; de 50.000 a 55.250 euros; de 60.000 euros a 66.300 euros; 120.000 a 132.600 euros; y de 300.000 a 331.500 euros, lo que supondría un ahorro fiscal para los contribuyentes, ya que en caso de su renta haya aumentado y hayan cambiado de tramo, habrán sufrido una pérdida dado que el incremento ha desaparecido por el efecto de la inflación.

Por último, ha insistido en que la falta de deflación de las tarifas del IRPF «va en contra del mandato constitucional» de que el sistema tributario debe atender al principio de capacidad económica, al aumentar el tipo impositivo efectivo del contribuyente, sin que este realmente haya aumentado sus ingresos.