Cruz Roja estudia cómo gestionar la acogida de quienes huyen de la guerra desde Ucrania sin tener nacionalidad ucraniana
Hata el Albergue de la Revilla, en San Vicente de la Barquera, llegó hace semanas un grupo de personas que salieron de Ucrania huyendo de la guerra. La mayor parte de los intregrantes del grupo ya ha sido realojado en otros lugares más adecuados, pero sucede que algunos de ellos no tenían pasaporte de Ucrania, sino de Georgia, aunque vivían en el país en guerra.
Entre ellos hay dos niños pequeños que, según ha explicado el alcalde de San Vicente de la Barquera en EL FARADIO DE LA MAÑANA, «están yendo a la escuela mientras se aclara su situación. Como alcalde de San Vicente, estoy muy orgulloso de la generosidad demostrada por los vecinos del municipio que se han volcado para ayudar a estas personas».
Esta previsto que el próximo lunes, responsables de Cruz Roja se acerquen para conocer en qué situación se encuentra cada una de esas personas. «Necesitamos comprobar la documentación de cada uno de ellos para ver si se les puede ayudar aquí o si tienen que pedir protección internacional. La protección temporal está pensada solo para las personas ucranianas, pero no tanto para los que residían allí pero supuestamente pueden regresar a un país seguro donde, en principio, no parece que haya conflicto, como es el caso de Georgia», explica Sandra García, responsable de programas de refugiados e inmigrantes de Cruz Roja.
Según datos facilitados por la Policía Nacional, en Cantabria cerca de 1000 ucranianos han solicitado protección temporal. Cruz Roja ha alojado a 442 en hoteles y albergues del Gobierno de Cantabria. El resto está viviendo con familiares, alojados en casa de amigos o en espacios cedidos por los ayuntamientos. «Lo que está sucediendo es que algunos de estos últimos grupos ni siquiera habían solicitado protección ya que pensaban que la salida de Ucrania iba a ser por un periodo corto de tiempo. Estaban convencidos de que el conflicto se iba a solucionar y de que iban a volver a sus casas, pero ahora van viendo que no es así y están intentando regularizar su situación, » explica para EL FARADIO Sandra García.
Algunas de estas personas ya han encontrado empleo, aunque la mayor parte de las ofertas son para poco tiempo, muchas para trabajar en hostelería durante la Semana Santa. Desde Cruz Roja vigilan que los trabajos que se ofrecen sean legales y que no haya abusos laborales.
Arranca la segunda fase de la acogida a refugiados de Ucrania
Además, el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, de quien dependen las competencias en materia de cooperación al desarrollo, ha anunciado la puesta en marcha de una segunda fase en la atención de las personas desplazadas de Ucrania que se encuentran en Cantabria, marcada por medidas que garanticen la capacidad de acogida y el desarrollo de su vida en la región.
Entre ellas, ha citado la reubicación en albergues o pisos de alquiler de aquellos refugiados que actualmente se encuentran alojados en instalaciones hoteleras ante la llegada de la época estival, y también se explorará la iniciativa que desde el Gobierno de España ya se ha implementado en algunas comunidades autónomas a través de la Fundación La Caixa.
Durante la segunda reunión del Comité de Coordinación de Ayuda Humanitaria y Refugio a Ucrania celebrada esta mañana, el vicepresidente también ha comunicado la aprobación hoy del reglamento europeo que permitirá activar los fondos que financiarán la acogida de personas desplazadas.
De esta forma, ha señalado, los gastos derivados de la acogida y atención no van a suponer ningún coste adicional en las arcas del Gobierno ni de los ayuntamientos.
Lo que se pretende es que la ayuda humanitaria que se preste desde las instituciones sea “eficaz y eficiente”, ha indicado, para que las personas que lleguen desplazadas de Ucrania tengan la capacidad de desarrollar sus derechos con todas las garantías y la posibilidad de regresar a su país o fijar su vida en España una vez que termine la contienda bélica.
Tras comentar que el acceso de desplazados está en una fase de estabilización, con una llegada de personas “más puntual”, el vicepresidente ha recordado que el itinerario abarca la tramitación del permiso de residencia y trabajo, tarjeta sanitaria, escolarización en su caso y el desarrollo de todos sus derechos.
Dentro de los recursos puestos en marcha, ha destacado el reciente inicio de un servicio de traducción telefónica para los servicios sociales de los ayuntamientos.
Un servicio de psicólogos, de traductores, de trabajadores sociales como coordinadores de centros y de servicio de ocio para los menores, han sido otros recursos citados.
Junto al vicepresidente, en la reunión también han participado la consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó; el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera; y representantes municipales , de la Coordinadora Cántabra de ONGs y de las ONGs que forman parte del sistema de acogida en Cantabria: Cruz Roja, Movimiento por la Paz y Nueva Vida.
LA UC OFRECE CURSOS DE ESPAÑOL
La Universidad de Cantabria (UC), a través del Vicerrectorado de Internacionalización y Compromiso Global, ha iniciado un programa específico de cursos de español gratuitos destinados a ciudadanos ucranianos que por la guerra se han desplazado a Cantabria.
En concreto, han empezado a recibir clases con profesorado del Centro de Idiomas de la UC (CIUC) 17 ciudadanos/as de Ucrania, contactados con la colaboración de las ONGs responsables del acogimiento de refugiados de Ucrania y de la Asociación de Ucranianos en Cantabria ‘Oberig’. Como explicó la vicerrectora de Internacionalización y Compromiso Global, Matxalen Llosa, los requisitos iniciales eran ser estudiantes universitarios entre 16 y 30 años, si bien se ha abierto el grupo a jóvenes que en su país de origen no estaban matriculados en un centro universitario, ya que «una de las necesidades que hemos detectado más importante de estas personas es el conocimiento del idioma, porque no hablan español».
Estas clases forman parte de una serie de medidas que ha puesto en marcha la UC, que «está haciendo lo posible por apoyar a las personas que han venido de Ucrania desplazadas por la guerra y, especialmente, a las que han visto interrumpidos sus estudios universitarios».
Otras medidas que está llevando a cabo la UC es la admisión de jóvenes universitarios ucranianos a las clases que imparte la UC, que si bien en un principio no pueden cursar estudios de forma oficial, «podemos certificarles las asignaturas que puedan hacer de aquí a final de curso».
Además, la UC se está poniendo contacto, a través del Vicerrectorado de Investigación y Política Científica «con algunos investigadores en Ucrania que potencialmente podrían venir para ofrecerles un estatus de profesores visitantes».
También, y a través del Gobierno de Cantabria, «estamos promoviendo la exención de tasas para el curso que viene», explicó Llosa, tras recordar que el rector de la UC, Ángel Pazos, «lo primero que hizo fue reunirse con los alumnos ucranianos presentes en la Universidad para interesarse por su estado».
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