¡Por los que no van a las manifestaciones!
Día de las madres y día del trabajo.
Podía haber ido a la manifestación callejera convocada por los sindicalistas sin embargo opté por irme con mi amigo Germán a un bosque cercano a Torrelavega, a la Pachamama, a ver oropéndolas…¿por qué?
Porque los animales me disparan la adrenalina y los humanos y sus discursos políticos y repetitivos me agotan.
Un jabalí nos sorprendió tirándose y atravesando el río sacando su fiereza para sobrevivir.
Aunque no fuera…
Propongo lemas y pancartas en positivo:
¡Repartamos el trabajo!
¡Potenciemos el alquiler social a las personas con bajos ingresos!
¡Visibilicemos la injusticia!
¡Denunciemos lo que es delito!
¡Evitemos la pobreza energética con precios justos por nuestras viviendas y suministros!
¡Ayúdemos a las madres y abuelas!
¡Sintamos más y expresemos nuestras emociones!
¡Hagámonos sentir paz!
¡Incluyamos a los niños en los debates políticos y que participen!
¡Disfrutemos la naturaleza salvaje!
Lo que realmente depende de nosotros y no tanto de los demás es sentir esa solidaridad y esa unión que nos lleve juntos a construir un pueblo cargado de valores, un pueblo que empatiza con los excluidos de sistema, que son los mismos que nunca van a ninguna manifestación y que en ocasiones les tenemos muy cerca y ni siquiera les vemos, ahí están: son los invisibles, los parias, los que no votan, los que no tienen padrón, los que tampoco tienen ni casa, los que mueren en la calle de Torrelavega, muertos de frío en tiendas de campaña o tirándose a las vías del tren en barreda tras ser chuleadas y explotadas.
Cojo el micrófono por todas ellas y por tantas otras que los derechos laborales les quedan tan lejos que no se acercan ni a contárnoslo. Por miedo, por vergüenza, por pobreza, porque viven escondidas en la trastienda de lo obrero, sin sentir confianza de que alguien las pueda apoyar a salir de situaciones violentas, injustas y depravadas.
Escuchemos a todos, veámoslos, demos voz a tantas…