Siéntese y espere, derechos LGTBIQ+
El próximo 2 de julio se reivindica que, frente al odio y los prejuicios, están la dignidad y la lucha. Así lo afirman los integrantes del Grupo de Trabajo Social y Diversidad LGTBIQ+
Añaden que los principios de justicia social, derechos humanos, responsabilidad colectiva y respeto a la diversidad son fundamentales para el Trabajo Social, «el cual sostiene un firme compromiso con el desarrollo del bienestar de las personas, grupos y comunidades, y con la defensa en contra de las opresiones, discriminaciones y desigualdades existentes».
Los derechos de las personas LGTBIQ+ son derechos humanos, afirman en un comunicado, y recuerdan que entre ellos se incluyen el derecho a la libre autodeterminación de la identidad de género y su expresión, así como la orientación sexual.
El grupo considera urgente la materialización de los derechos contenidos en la Ley de Cantabria 8/2020; su desarrollo efectivo a través de la creación de los órganos de coordinación, participación y consulta previstos, de la implementación de las medidas de atención y prevención, y de la creación de planes específicos que blinden los avances que garanticen la atención a las necesidades del colectivo, y en especial, la de aquellos con especial vulnerabilidad, como víctimas de violencia sexual, así como intrafamiliar e intragénero, menores en situación de tutela o extutelados, víctimas de bullying y/o ciberbullying, población mayor invisibilizada en entornos rurales o residenciales, personas diversas con discapacidad, etc.
Si bien, subrayan la vulnerabilidad de personas solicitantes de protección internacional que pertenecen al colectivo, así como las personas racializadas, quienes se ven afectadas de una doble o triple discriminación, en que la intervención social es necesaria que sea realizada desde una perspectiva interseccional.
Consideran necesario «implementar acciones orientadas a generar cambios; a identificar y dar respuesta a las necesidades planteadas para que las personas puedan tener unas vidas libres y dignas. Erradicar la precariedad laboral (especialmente en las personas trans), solventar los obstáculos en la atención sanitaria y promover los recursos de apoyo y acompañamiento a las familias y personas trans. Impartir una educación afectivo-sexual basada en la diversidad y el respeto, como forma de acompañar a aquellas personas que se encuentren en el proceso de reconocimiento y aceptación de la propia identidad y orientación, y de prevenir los delitos de odio por lgtbfobia».
Añaden que desde el Trabajo Social se confrontan las desigualdades ante las que se encuentran (todavía) una parte de la población LGTBIQ+, de las que reivindicamos, una vez más, la necesidad de elaboración y aplicación de políticas públicas, autonómicas y municipales, así como el fomento de redes comunitarias, urbanas y rurales, de apoyo e inclusión, donde todas las personas tengan cabida.
«Estamos presentes y acompañamos, informamos, orientamos e impulsamos la participación social con el fin de garantizar los derechos de las personas LGTBIQ+ desde el ejercicio profesional, con toda nuestra predisposición a sumar y construir conjuntamente. Desde el Grupo de Trabajo Social y Diversidad LGTBIQ+ del Colegio Oficial del Trabajo Social de Cantabria reafirmamos nuestro compromiso permanente en la garantía de espacios seguros desde la acción social».
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