La transición energética es un compromiso ineludible, pero este modelo de transición que nos presentan está basado en macroproyectos energéticos y se está realizando de espaldas a las poblaciones afectadas, con engañosa información y graves deficiencias en los procedimientos de evaluación ambiental. La introducción de estas enormes infraestructuras industriales en nuestra tierra afectará negativamente al normal desarrollo de las actividades tradicionales ligadas al uso de la tierra y del paisaje -como la ganadería, la agricultura, la artesanía y el turismo rural-, destruirá nuestro patrimonio natural y cultural, y además generará gran inseguridad jurídica para la ciudadanía a la hora de reclamar daños y perjuicios. Es necesario hacer un debate previo, serio y amplio sobre el modelo energético que de verdad necesitamos y no el que decidan las empresas a través de los gobiernos.

Durante los últimos dos años, los colectivos vecinales de Cantabria contra los polígonos eólicos -organizados en plataformas y asambleas comarcales-, hemos llevado a cabo una importante campaña informativa sobre los impactos que ocasionaría la implantación de polígonos industriales eólicos en Cantabria.

Pero el necesario esfuerzo de difusión no es suficiente, y hemos tomado la decisión de crear un Fondo para la Defensa Jurídica de Cantabria con la finalidad de iniciar acciones judiciales para la defensa del territorio de Cantabria frente a la avalancha de macroproyectos eólicos. El objetivo es llegar a la cifra de 11.000 euros hasta el 31 de octubre de 2022. Para ello, la Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA) nos ha puesto su número de cuenta bancaria a disposición para realizar donativos: ES79 2100 1271 0202 0042 4225. Os animamos a participar en esta recogida de fondos nombrando vuestros donativos con el concepto “eólicos no”.

Aunque quizás esta cantidad no sea suficiente para abordar todos los procesos jurídicos que se nos pueden avecinar, sería un respaldo que nos prepararía para llevar a los tribunales los proyectos más avanzados. Existe suficiente jurisprudencia para conseguir la anulación de los proyectos presentados, pero necesitamos contar con el apoyo económico de la sociedad cántabra.

Los colectivos vecinales afectados por la industria eólica seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para que las empresas y gobiernos cumplan las leyes medioambientales y no sigan condenándonos al cambio climático, la extinción de los ecosistemas o la industrialización de nuestros montes, con unas políticas que sólo piensan en el mundo económico sin importarles las consecuencias a medio plazo, y que nos han llevado a las crisis que tenemos en la actualidad. Esta es la razón por la que iniciamos una campaña para la creación de un fondo para la defensa jurídica de Cantabria contra los polígonos eólicos, que seguiremos compaginando con charlas informativas, mesas para la recogida de alegaciones contra los polígonos eólicos y movilizaciones, como venimos haciendo y seguiremos haciendo hasta paralizar esta destructiva industria eólica.