¿Deben los ciclistas utilizar la calzada en sus desplazamientos diarios por Santander para compartir el espacio público hipotecado por los coches? Es una de las preguntas que afloró durante el Ágora sobre movilidad y ciclismo, organizado por Cantabria ConBici y celebrado este jueves en la santanderina Grúa de Piedra.

 Muchas preguntas formuladas en el debate con un número importante de asistentes, entre los que se encontraban ciudadanos curiosos que escuchaban con atención la situación actual del uso de la bicicleta en la ciudad de Santander.

Preguntas sobre la falta de una trama ciclista y vías ciclista en el centro de la ciudad, sobre los entornos escolares rodeados de coches y la falta de seguridad y uso de la bici para que acuda el alumnado al colegio, como hacen en otras ciudades españolas…

El mojón de Tetuán

Cuestiones que han surgido sobre el desconocimiento de lo que está haciendo el Ayuntamiento sobre la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones que entrarán en vigor el próximo uno de enero de 2023.

O sobre la imposibilidad de utilizar los aparcamientos cerrados instalados por el Ayuntamiento de Santander ya que su uso los ha convertido en “trasteros” para la bicicleta.

Las acciones que se llevarán a cabo para la implantación de bicicletas eléctricas en donde su uso, por falta de vías ciclistas y espacio ocupada por el gran número de coches en la ciudad, será difícil, salvo para que los turistas se muevan por el muelle y las playas, pero no como medio de transporte.

En general, se observaba demasiadas acciones de marketing por parte del Ayuntamiento, pero pocas acciones en serio para favorecer una movilidad sostenible y el uso de la bici, apuntaron.

El espacio público debería ser para peatones, ciclistas y un eficaz transporte público, en lugar de demasiados coches en la ciudad de Santander, reivindican.

Se han quedado muchas preguntas en el aire, pero saldrán en las próximas acciones que desarrollará Cantabria ConBici.

Como punto final de la jornada, se acercaron en bici para fotografiarse en el ya conocido #MojónDeLaAlcaldesa, vía ciclista interrumpida con ese sorprendente “Jito”.

Un monolito para interrumpir la movilidad sostenible en Santander

 Ciudadanos Santander denuncia que a cuatro meses de su entrada en vigor no se conoce nada sobre la Zona de Bajas Emisiones

“Hacen falta certezas con la Zona de Bajas Emisiones”, ha manifestado el coordinador de Ciudadanos Santander, Rafael Sebrango, que denuncia que a 4 meses para su implantación “nada se conoce sobre las condiciones en las que se llevará a cabo y cómo afectará a ciudadanos y empresas”.

Según recuerdan desde la Agrupación de Ciudadanos Santander se trata de una obligación para la ciudad a partir del próximo 1 de enero, “será obligatorio el establecimiento de zona de bajas emisiones, la circulación de vehículos, en aplicación de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, y la Alcaldía aún ha desvelado cómo se va aplicar en Santander”.

El secretismo de Alcaldía con esta cuestión “perjudica a muchos autónomos que han de acceder al centro de la ciudad para hacer reparto, reparaciones u obras en domicilio, y están ahora mismo ante la intranquilidad de si han de afrontar o no una inversión, nada barata, para cambiar de vehículo y poder seguir desarrollando su trabajo y atender a sus clientes”.

“No se puede esperar a Nochevieja para saber cómo se va a poder circular por Santander a partir del día de Año Nuevo.  Por ello instamos a la Alcaldía de Santander a que resuelva la incógnita antes de que finalice este mes.  De la decisión de la Alcaldía dependerá la obligación de invertir o endeudarse de mucha gente, que necesitan tiempo para planificar su futuro inmediato y la rentabilidad de su trabajo. Ya van tarde, así que al menos esperemos que se muestre un mínimo de respeto a los santanderinos y se les informe en tiempo y forma sobre estos cambios inminentes”.

FECAV ADVIERTE DE LOS PROBLEMAS EN LOS AUTOBUSES MUNICIPALES

Y también sobre movilidad, en concreto sobre transporte público, desde la entidad vecinal FECAV advertían sobre las “dificultades” para el transporte en la ciudad que se producen en verano.

Según enumeran, los trabajadores del TUS se lamentan de los carriles inutilizados por vehículos estacionados en doble fila a cualquier hora del día en las principales vías, ya sea Ayuntamiento, San Fernando, Castilla/Hermida o en populosos barrios como Alisal o Valdenoja, llegando a quedarse bloqueados en este último, cuando circulan con el autobús articulado.

Se quejan además de no poder usar las paradas adecuadamente por haber vehículos estacionados en la propia parada o a escasos metros por delante o por detrás, dificultando enormemente la subida de viajeros y más aún la de minusválidos.

Muchas de estas circunstancias, señalan, se evitarían con la actuación de la policía de movilidad.

También apuntan al diseño de las paradas en las que no caben los autobuses, con farolas, árboles o señales que no permiten orillar el autobús o en muchas ocasiones ocupadas por contenedores de basura, que no contribuyen a ofrecer un buen servicio.

“Los vecinos de Santander sabemos que el transporte público es un factor primordial para conseguir una ciudad sostenible y la principal herramienta para hacer frente al reto de bajas emisiones de CO que nos exige la Unión Europea para el año 2030”, afirman.