El argumento que seguramente muchos usarán para defender los rescates públicos en forma de créditos desde la SEPI que no concederían los bancos es el impacto en determinados sectores de la crisis covid.

Algunas empresas del fondo Portobello, que gestiona desde hace menos de un año los servicios no sanitarios de Valdecilla que antes desarrollaba Ferrovial y que tiene cuatro empresas rescatadas por un importe de 123 millones de euros, podrían acogerse a este argumento.

Desde la cadena de hoteles Blue Sea que podría alegar el retraímiento en los viajes y el turismo que se produjo, hasta la cadena de gimnasios Supera por el cierre -o posterior restricción de aforos- de estos centros en cumplimiento de las normas sanitarias anti-covid.

Incluso la cadena dental Vivanta podría recurrir a ese argumento, más difícil tal vez en una cadena de catering, Mediterránea, muy ligada a centros sanitarios, si bien también a los educativos, donde se vivió la suspensión de las clases presenciales.

Sin embargo, tal y como viene reflejando desde hace tiempo la prensa especializada, y dentro de la búsqueda extrema de la rentabilidad que caracteriza a estos fondos –con compras y ventas de la misma empresa en plazos de apenas dos años, como sucedió con la operación de Bahía Real, en este caso a beneficios, al contrario que en Douglas o Digitex, donde los fondos se desprenden de trabajadores para sanear la empresa antes de su venta–, Portobello ya intentó quitarse de en medio antes de la pandemia algunas de las empresas ahora rescatadas por el Estado, o, el caso inverso, después, ante sus previsiones de rentabilidad.

INTENTOS DE VENTA

-Es el caso de Blue Sea Hotels, cadena hotelera con una veintena de hoteles en España y Marralech, orientados al bajo coste y turismo familiar. Portobello, el fondo que gestiona los servicios no sanitarios en Valdecilla, entró en esa cadena en 2017 adquiriendo la parte mayoritaria en una operación que se estimó en 70 millones de euros.

Y ya en 2019, apenas dos años después, intentó ponerlo a la venta por un valor de  230 millones de euros,  esto es, hubiera sido un incremento de un 228,57euros.

Y el año pasado, ya en la era post-confinamiento y en un contexto de recuperación del turismo que se ha producido todos los veranos tras la pandemia, y tras sumar seis hoteles nuevos, volvió a tantear el mercado para el proceso de venta, encomendando la operación a otro fondo, el británico Zetland Capital. Se desconoce el importe, que dependerá del mercado, si bien se descarta que pueda alcanzar la cifra de los 230 que pidió en 2019. El rescate al que se acogió, en forma de préstamos, alcanzó los 25 millones de euros.

– En cuanto a Vivanta, resultado de la compra y fusión entre sí de varias clínicas en el año 2017, y al año siguiente lo puso a la venta, sin que se culminara, por un importe que se estimó en 300 millones de euros, el doble del valor de la -compleja- operación inicial.

Este rescate, por valor de 40 millones de euros y con varias derivadas judiciales por diferencias con los anteriores propietarios –ninguna con condena hasta la fecha, en cualquier caso-, ha despertado críticas tanto políticas como profesionales, con un comunicado muy duro del Consejo General de Dentistas, que pusieron el acento entre el contraste entre la ayuda a una única empresa y la falta de ayudas a los muchos dentistas autónomos.

-Por su parte, Mediterránea de Catering, cuya relación con Portobello se formaliza en 2015, se puso a la venta en 2020, sin que trascendiera la cifra de la operación y sin que se cerrara finalmente. Su rescate se cifra en 28 millones.

-Finalmente, la cadena de gimnasios Supera se compró en 2017 por cifras que oscilan entre los 150 y 200 millones,  con presencia en los gimnasios 24 horas. En este caso no se conocen intenciones de venta, sino, en marzo de 2020, una emisión de bonos para financiar su crecimiento. Su rescate fue de 15 millones.