Esto supone que la siniestralidad ha ascendido en más de un 84% con respecto al pasado año. Si además, sumamos los accidentes mortales ocurridos en lo que llevamos de este mes de agosto, nos encontramos con que 9 personas han perdido la vida en su trabajo en esta Comunidad.

Hasta ahora el tráfico era lo que más vidas sesgaba en nuestra comunidad autónoma. Sin embargo, la siniestralidad en el trabajo es ahora la mayor causa de mortalidad. De hecho hasta el 24 de agosto de este año 6 personas han perdido la vida en accidente de tráfico frente a las 9 que lo hacían en accidente laboral.

Todos los sectores han tenido al menos un accidente mortal hasta julio de este año siendo construcción y servicios los de mayor siniestralidad mortal.

A nivel  estatal, la situación es también deplorable. Hasta ayer 432 personas habían perdido la vida en accidente laboral en España.

Y esto en cifras oficiales, porque si nos ponemos a mirar la cantidad de enfermedades de origen laboral no declaradas la situación se vuelve del todo insostenible.

BASTA YA

Hay que frenar esta situación y para eso se hace del todo necesaria la adopción de medidas proactivas de información y asesoramiento pero también es necesaria la adopción de medidas coercitivas, de sanción, señalan desde UGT.

Para las primeras el instrumento más útil es el reconocimiento y la dotación de la figura del Delegado y Delegada Territorial.

Para las segundas es necesario incrementar la dotación de personal tanto en el ICASST como en la Inspección de Trabajo, priorizando éstos últimos además su labor vigilante y sancionadora.

Según precisa el responsable de Salud Laboral de UGT en Cantabria, Martín Calonge, “No podemos asumir esta situación como algo inherente al trabajo e inevitable porque no lo es. Toda esta situación se debe a la precariedad laboral, a la dejadez en las condiciones de trabajo y sobre todo a una actitud laxa con respecto a la prevención de riesgos laborales y al cumplimiento de sus normas”.

“Hablar de mala suerte nos sitúa en la época medieval” asegura Calonge. “Hoy por hoy en plena digitalización de la vida laboral estos accidentes lo único que reflejan es precariedad en las condiciones de trabajo y dejadez absoluta tanto por las empresas como por quien debe controlarlas”.