El performance flamenco ‘Ayeo’ pone el punto final a Cine Sin Niebla
El ‘ayeo’ es un llanto prolongado sin palabras. La profundidad o cadencia suele ser proporcional a la intensidad del cante que viene después. La seguiriya es un cante del flamenco que inicialmente derivó de las plañideras, un cante de duelo… Es un cante llorado, que saca el dolor para que no se pudra dentro. Y de eso se ha tratado la novena edición del ciclo Cine Sin Niebla, de arañar la tierra para que el silencio y el dolor no se pudra con cada una de las víctimas de la desaparición forzada que espera justicia en alguna de las miles de fosas comunes de nuestro país
Así que será con AYEO, una performance que utiliza el flamenco como medio realizada por la bailaora Lucía Serrano en colaboración con el percusionista Dani Peña y el Dj y productor Ganzo, con lo que cierre este ciclo que cada año propone La Vorágine para poner en valor el documental audiovisual relacionado con la memoria. Este año, Cine Sin Niebla ha contado con el apoyo de la Fundación Santander Creativa y ha estado dedicado a la búsqueda de justicia en el caso de las desapariciones forzadas de la Guerra de España.
Será el sábado 3 de septiembre a las 20h y ante el reducido aforo disponible hay que realizar inscripción previa a través de la página web de La Vorágine (www.lavoragine.net). Con esta performance cierra una propuesta que ya es habitual en los meses de agosto y a la que el público responde con fidelidad. 220 personas ya han pasado por el centro de cultura crítica de La Vorágine en alguna de las cinco actividades ya realizadas.
La proyección de cuatro películas se ha visto complementada por el encuentro de este miércoles 31 de agosto en el que Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y la periodista Olga Rodríguez hicieron un recorrido por los silencios, las negligencias y los ‘errores’ intencionados que han hurtado la verdad, la justicia y la reparación económica y simbólica a los familiares de las decenas de miles de víctimas de la desaparición forzada. «De hecho, es imposible que sepamos con precisión el número de víctimas real», explicaba Silva. De las más de 100.000 víctimas que estima el Gobierno de España sólo se han exhumado unas 10.000.