Lo mismo
El espectro de Lo Mismo ha vuelto a atacar.
Según dicen Octubre es el mes de Felipe González. Y como si D. Felipe y la Democracia fueran equivalentes, el día 29 (de octubre) venimos a conmemorar el 40 aniversario de la primera victoria del PSOE (antes – por supuesto – que D. Felipe quitara la O. de Obrero). Es decir, los socialistas se han puesto de fiesta para celebrar el aniversario del yayo a ver si el carisma de este cara se les pega y les ayuda a ganar las próximas elecciones a ser posible sin ayuda de socios ni de peras en vinagre. Por si esto fuera poco, y en paralelo, la figura “reconstruida” de D. Felipe, está siendo revindicada por el PP de Feijóo más o menos con las mismas intenciones.
Todos sabemos (seguro que todos sabemos) que hay una consecuencia terrorífica derivada de la producción ininterrumpida de mentiras y falsificaciones que suelen a su vez engendrar nuevas crisis precisamente por su incapacidad congénita para asimilar nada que tenga que ver con la realidad.
D. Felipe vuelve así como el espectro de lo Mismo por más que su vuelta al mundo de los vivos como un cadáver más bien putrefacto hieda y no tenga otra explicación que la debilidad del pensamiento político (actual) que, incapaz de descubrir nuevas energías, vuelve obsesivamente sobre sus orígenes, sobre sus muertos y la pureza de sus referencias. Sinceramente creo que el caso Felipe es uno más entre los ejemplos del revival colectivo que se ha apoderado de esta sociedad: revival del fascismo, del nazismo, del exterminio de grupos humanos, etnias, opiniones pero también de la insana pulsión de blanquear cadáveres y reconstruir cuentas a la vez que, de paso, promueven una fascinación perversa por el retorno a las fuentes de nuestros problemas ( de la Constitución ni una palabra), Es decir, en el fondo se trata de no solo de una alucinación del PSOE sino también de una colectiva que nos hace creer por lo visto que la verdad histórica es un muñeco de plastilina modelable a nuestro gusto.
Pienso que muy débil ha de ser la imaginación política actual y muy grande nuestra indiferencia ante nuestra propia situación y nuestro propio pensamiento para que los partidos (uno y otro) tengan necesidad de una regresión semejante cuando, a día de hoy, somo muchos, bastantes, los que ya hemos descubierto la clase muñecote que fue y es D.Felipe aunque, para ser sinceros, debemos reconocer también que nos habíamos adaptado perfectamente a ella durante cuarenta años. Pero ya no.