La COVID y la guerra en Ucrania empeoran la situación de las mujeres en Kenia y de los defensores del territorio en México
Escuchar a Jacinter Agunja, Florence Mwikali, y Diana Villalobos es darse un baño de realidad de lo que sucede en otros rincones del mundo donde vivir resulta todo un gesto de rebeldía. Las dos primeras vienen de Kenia y Diana llega desde México.
Jacinter Agunja y Florence Mwikali ponen voz a las niñas y mujeres de Kenia, cuyos derechos no han hecho otra cosa que reducirse aún más a causa de la pandemia de Covid.
Entrevistadas por EL FARADIO, han contado cómo las medidas impuestas por el gobierno para controlar la pandemia lo que hicieron fue empeorar la situación de las mujeres y las niñas: «Cerraron los colegios y eso ha traído consigo un alarmante incremento de embarazos de niñas. Se ha disparado el coste de la vida y los empleos se han reducido tras el cierre de empresas que no han conseguido salir adelante. Esa presión económica ha provocado también un aumento de la violencia dentro de la familia».
Denuncian también que el país recibió 30 millones de dólares estadounidenses para abrir refugios gubernamentales para las víctimas de violencia de género y que a día de hoy sólo hay uno abierto.
Hasta Cantabria han llegado de la mano de la ONG Brigadas Internacionales de Paz que han organizado distintas charlas ciudadanas de la Red de Municipios Defensores de los Derechos Humanos (Torrelavega, Camargo y Reinosa, en un proyecto con el apoyo de la Dirección General de Cooperación al Desarrollo) reuniones con representantes del Gobierno autonómico y el Parlamento. «Queremos hacer ver al mundo la situación que se vive en nuestros países y pedir a los gobiernos que presionen para que esta situación no se prolongue en el tiempo», afirman.
Diana Villalobos es defensora del territorio y los bienes comunes, y de los derechos de las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara.
Explica que acompañan a comunidades de pueblos originarios de la Sierra Tarahumara que están en lucha por el reconocimiento de sus derechos al territorio a la consulta y a la libre determinación y también a familias desplazadas por la violencia que ya están en el estado de Chiuaua.
Y describe como la guerra de Ucrania ha afectado a la economía, que los combustibles y los precios de los alimentos han subido y que eso ha repercutido en la economía de las familias.
En su recorrido de la mano de Brigadas Internacionales de Paz, que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, pide a los gobiernos de las regiones que visitan que presionen al gobierno de México para que saque adelante las leyes que llevan años estancadas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados y que son necesarias para reconocer los derechos de los pueblos indígenas del país.
«El problema del desplazamiento forzado tiene unos 15 años, pero ha empeorado por el control que ejercen los grupos armados para el control de la Sierra Tarahumara», explica.
Aunque no hay cifras exactas, se calcula que en México existen actualmente unas 300.000 personas desplazadas.
ENCUENTROS PÚBLICOS
Estas tres activistas mantendrán distintos encuentros públicos bajo el nombre «Defender el territorio y los derechos de las mujeres en América Latina y África». Tras el mantenido este martes en La Vorágine, en Santander, los otros tres se llevarán a cabo el el miércoles 19 a las 18:30 horas en La Casona de Reinosa, el jueves 20 a las 18:30 horas en la Sala de Exposiciones Mauro Muriedas de Torrelavega y el viernes 21 a las 19:00 horas en La Vidriera de Maliaño.