Ni esos molinos son gigantes, ni esos escritores, futbolistas
Igual que los caballeros andantes no acostumbraban a luchar contra molinos creyendo que eran gigantes, pero hubo que lo hizo y se convirtió en el más famoso de todos, tampoco los escritores acostumbran a vestir la camiseta de la selección española para saltar al campo y disputar un partido internacional. Pero está claro que en el mundo de la literatura todo es posible. Sin embargo, en este último caso, no parece que el equipo vaya a tener un recorrido como el del Quijote.
El pasado 20 de octubre, una selección futbolística integrada por escritores españoles se enfrentaba en Frankfurt a un combinado alemán formado igualmente por escritores. Una actividad enmarcada en las actividades de la Feria Internacional del Libro, de la que España, este año, era el país invitado.
Schriftsteller 3 , Escritores 1
Nunca una selección nacional tuvo tantos titulares cántabros. Al campo salieron en Frankfurt Emilio Sánchez Mediavilla, Javier Aznar, Nuria Labari y también Marta San Miguel, que recientemente presentaba su primera novela, ‘Antes del salto’ –y que conoce el mundo del fútbol porque es la hooligan ilustrada que escribió el libro del Racing para Libros del KO– . Todos cántabros.
Antes de ir, entrenaron con el resto de seleccionados en Madrid, en el centro ESC, el complejo de referencia de la Liga y vistieron la equipación oficial de la selección española. El resultado final, 3 a 1. Un buen cierre de marcador, teniendo en cuenta que la selección de escritores-futbolistas alemana lleva años en marcha entrenando habitualmente y la nuestra nació unas semanas antes de competir.
«La experiencia ha sido muy divertida. Al final te lo tomas en serio y lo que quieres es ganar, claro. No fue un partido sucio, pero sí que hubo piques, gritos y faltas», recuerda Emilio Sánchez Mediavilla, cofundador de la editorial Libros del K.O., periodista, escritor y futbolista internacional, desde hace una semana.
En conversación con EL FARADIO añade que, después del encuentro, se fueron todos juntos a tomar unas cervezas olvidando la rivalidad en el campo.
‘La Cervantina’ es el nombre de esta curiosa selección de fútbol, cuyos integrantes, participaron en otras actividades de la Feria Internacional del Libro ya más vinculadas con la literatura.
Emilio Sánchez Mediavilla, que durante su estancia en Frankfurt ha sido todo un ‘tres en uno’: editor, escritor y futbolista, ha regresado tan satisfecho con la iniciativa que está dispuesto, con otros compañeros con los que ha compartido vestuario, a poner en marcha algo parecido en la Feria del Libro de Madrid.
«Ha sido una experiencia muy divertida y nos gustaría repetir. A mí no sé si me ficharán, porque soy malísimo, la verdad. Resulta curioso esto de unir fútbol y literatura, dándonos empujones y patadas y gritando, como hicimos en Alemania», relata divertido para describir a continuación escenas especialmente simpáticas: «Allí vimos sobre el campo a Pablo García Casado, un poeta delicadísimo en posición de centrocampista repartiendo leña a los atacantes alemanes. Le decíamos: ¡Pablo, suelta un alejandrino!».
De vuelta a casa, nuestros escritores han guardado sus equipaciones deportivas . Los gigantes vuelven a ser molinos y, a falta de un balón en sus pies, vuelven a tener un teclado bajo sus dedos.
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