Querida Jennifer
Por Gemma, de Dávila Park
Mi querida Jennifer, hoy quiero dirigirme a ti. Hoy, que has sufrido en tus carnes el desahucio del hogar donde vivías con tus niños pequeños, hoy tus lágrimas son nuestras y tu dolor y rabia, permítenos que sean nuestras también.
Querida Jennifer, viendo lo joven que eres y conociendo un poco tu vida, por lo que sale en los medios, que eres mamá de niños pequeñitos, con escasos recursos, y a eso le unimos que eres víctima de violencia de género, me pregunto quién te protege a ti, cómo en un país que aboga por los más vulnerables y los que más sufren no se ha volcado en protegernos a ti y a tus niños, y le ha importado menos y nada tu vulnerabilidad.
Cuánto dolor debes de estar sintiendo y cuánto miedo habrás pasado, cuando esta mañana, tu calle se inundó de efectivos policiales, como si una operación antidroga fuese a haber, y se trataba de echar a la calle a una mamá y sus niños pequeños. Siento rabia, asco e impotencia. Pensar que eso pasa en el país que vivo y que se da como normales y aceptamos estas situaciones.
Hoy, Jennifer, quiero compartir tus lágrimas y mi deseo de que se vuelvan felicidad muy pronto.
Un abrazo muy fuerte, de una afectada por desahucio a otra afectada por desahucio