La Teatrería de Ábrego presenta este viernes una versión muy peculiar de ‘Romeo y Julieta’
La Teatrería de Ábrego presenta este viernes a las 20:00 horas ‘Romeo versión montesca de la tragedia de Verona’, una producción de Urban Teatro de Madrid enmarcada en el ciclo ‘Mujeres que cuentan’
Se trata de un espectáculo en el que tres actrices representan la historia de Romeo y Julieta desde el punto de vista de la familia Montesco.
En la época de Shakespeare, los hombres interpretaban los personajes femeninos, y así fue durante mucho tiempo. En estos tiempos que corren toca, tal vez, hacer lo contrario, o más bien, que no importe el género, ni encima del escenario, ni en la sociedad en la que vivimos. Y como ya expresó el genio de Stratford en otra de sus obras: el arte, la creación, el amor, la vida, han de ser «cómo gustéis».
En esta adaptación de «Romeo y Julieta»… no aparece Julieta. Respetando en todo la trama original, que es traída íntegra y llena de humor hasta el público, el trío de jóvenes amigos -Mercutio, Benvolio y Romeo- es el encargado de hacernos revivir la gran tragedia romántica del teatro isabelino.
¿Qué mayor reto para el amor de Romeo que dar vida, él mismo, al espíritu de Julieta? ¿Qué mayor reto para tres actrices que contar la historia, ellas solas, de la primera gran tragedia romántica del teatro isabelino?
No se trata de una visión misógina del amor, por el contrario: lo que transgrede y permanece como referencia de «Romeo y Julieta» es justamente que ambos van más allá de los papeles masculino y femenino que todos esperan de ellos. Romeo es profundamente femenino en su actitud, igual que Julieta es masculina en la suya. ¿Puede uno de ellos, sin la presencia física del otro, hacernos creer nuevamente en ese mito de la entrega absoluta? ¿Puede el espectador llegar a creer en Julieta sin verla? ¿Tienen Mercutio y Benvolio, los amigos de Romeo, algo que decir en este asunto? Las respuestas: en la escena…
La propuesta, es un texto de Julio Salvatierra a partir del clásico de William Shakespeare, montado por un equipo artístico formado exclusivamente por mujeres con Sara Pérez en la dirección, Berta Navas a cargo de la plástica escénica e interpretado por Isabel Pintor y Rocío García Cano y Débora Izaguirre.