El Gobierno de Cantabria ha presentado hoy el Plan de Salud Mental 2022-2026, que se divide en seis grandes áreas de acción y tiene como objetivo mejorar la atención sanitaria a las personas que padecen trastornos mentales, poniendo el foco en la humanización de la asistencia, potenciando la empatía y el abordaje integral.

Durante el acto, que ha tenido lugar esta mañana en el Palacio de Festivales, han participado el vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga; el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera; y el coordinador del plan, Amador Priede. También ha contado con la asistencia de la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Eugenia Gomez de Diego; la de Presidencia, Paula Fernández Viaña; la titular de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, el gerente del Servicio Cántabro de Salud, Rafael Sotoca, y muchos de los profesionales sanitarios que han participado en su redacción, además de otras autoridades, representantes de sociedades científicas, de entidades relacionadas con la salud mental y asociaciones de pacientes.

Zuloaga ha hecho hincapié en el valor del “trabajo de equipo” en la redacción de un “plan vivo” que “afronta lo urgente sin dejar de lado lo importante” y tiene como objetivo “construir una Cantabria mejor desde lo público”. El vicepresidente ha querido reconocer también el esfuerzo presupuestario que se viene realizando desde hace muchos años en materia sanitaria, donde la región “está por encima de la media nacional”.

Por su parte, Raúl Pesquera ha señalado que la salud mental es una “prioridad” para su departamento, por lo que se ha propiciado el desarrollo de este plan para “crear las condiciones necesarias que permitan que la salud mental se desarrolle en nuestra región con un entorno y unos recursos adecuados”.

Una necesidad en el actual contexto social, en el que la demanda de asistencia sanitaria relacionada con la salud mental ha crecido notablemente. Por ello, “planificación y acción” han ido de la mano en el desarrollo de esta estrategia, con algunas propuestas que ya están activas, por ejemplo, en atención infanto-juvenil.

LÍNEAS DE ACCIÓN

El plan de Salud Mental 2022 – 2026 sienta las bases de cómo se quiere abordar el “reto” de la salud mental en la región y tiene como “base inspiradora la humanización en la asistencia a la salud mental”, al tiempo que se apoya en otro conjunto de valores relacionados con la equidad, el enfoque de género o la coordinación, entre otros.

Más de 170 expertos de diferentes ámbitos de la salud, asociaciones y organismos públicos de otras áreas han trabajado de manera conjunta y coordinada en la ejecución de este documento, que está en sintonía con la Estrategia de Salud Mental y el Plan de Acción de Salud Mental del Ministerio de Sanidad.

Tal y como ha explicado su coordinador, Amador Priede, se estructura en torno a seis grandes líneas de actuación: Atención Primaria y Comunidad, Trastorno Mental Grave, Persona Mayor o Frágil, Infancia y Adolescencia, Persona con Conductas Adictivas y Personas con Necesidades Específicas. Esta última, a su vez, se desgrana en siete grupos de trabajo en torno a trastornos relacionados con la conducta suicida, la personalidad, violencia de género, conductas alimentarias, depresión resistente, psicosis y psicosexualidad.