Los trabajos de consolidación del Palacio Municipal de Torrelavega concluirán en el primer trimestre de 2023
El alcalde, Javier López Estrada, y el consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, junto al primer teniente de alcalde, José Manuel Cruz Viadero, y técnicos municipales y del Gobierno de Cantabria, han visitado hoy los trabajos de consolidación que se están realizando en el Palacio Municipal del Bulevar Demetrio Herrero.
“Estamos tranquilos, porque en estos momentos la estabilidad del edificio está asegurada”, ha afirmado el alcalde, que ha agradecido al consejero de Obras Públicas, a su equipo y al Gobierno de Cantabria “el esfuerzo” que han puesto en la obra y en “afrontar” los problemas que se han presentado por las características del terreno.
Como ha explicado López Estrada, se comprobó que la primera opción que se había decidido, el sistema de micropilotaje, “no estaba dando los frutos que esperábamos”, pero la nueva solución que plantearon los técnicos, el “colmatado” del terreno sobre el que se asienta el inmueble “garantiza” la estabilidad del Palacio Municipal.
El alcalde ha subrayado que “con los mecanismos que estamos poniendo de control y supervisión de los movimientos está perfectamente asegurada la estabilidad del edificio”. En cuanto a los plazos previstos para la conclusión de los trabajos, en febrero o marzo, ha apuntado que principios de 2023 “es una fecha admisible para tener el edificio perfectamente consolidado”,
El consejero de Obras Públicas ha detallado que en un primer momento se optó por el sistema de consolidación“más habitual en este tipo de edificios”, el micropilotaje, pero tras los sondeos se detectaron algunos problemas. Por un lado, la existencia en el subsuelo de la zona central del inmueble de una “capa de lodos, con mucha presencia de agua”, en la que cualquier tipo de actuación provocaba “movimientos en el entorno” y amenazaba con “fisurar” algunos elementos del edificio. Por otro, se comprobó que la estructura de los muros de sujeción era “muy endeble”.
Ante esto, ha indicado José Luis Gochicoa, se pararon los trabajos de micropilotaje para estudiar otra solución y tras dos meses de investigación se ha optado por la inyección en la capa de lodos, mediante un sistema de tubos perforados, de una lechada de cemento para “convertirlos en un material resistente” que soporte la estructura. Un sistema que se ha utilizado en el Metro de París, ha apuntado, y que una vez testado se ha comprobado que es “el correcto”.
Todo ello, ha enfatizado con un “control milimétrico” de lo que se está haciendo, con “regletas colocadas por todo el inmueble, de forma que, en cuanto se ve cualquier mínima desviación de ese testigo, se para y se vuelve a hacer de forma segura para no dañar ninguna parte del edificio”.
Gochicoa ha indicado que la parte “más problemática” del edificio es la central, la del vestíbulo, y todo indica que en las zonas laterales y trasera la composición del terreno es diferente y los trabajos irán “mucho más rápido”,
También ha precisado que todas estas circunstancias no afectarán en principio a la conclusión de los trabajos, prevista para febrero o marzo de 2023, ni al presupuesto, que se mantiene en torno a los 700.000 euros iniciales, que financia íntegramente la Consejería de Obras Públicas.
Por su parte, el primer teniente de alcalde, ha coincidido en la tranquilidad sobre la marcha de los trabajos, destacando que el nuevo sistema de consolidación “se ha utilizado en diversos puntos de España y también en toda Europa, con lo cual está garantizado, casi al cien por cien, que el resultado obtenido va a ser el óptimo”. Cruz Viadero ha asegurado que el edificio va a quedar en perfectas condiciones para “en el futuro, poder trabajar en el y realizar las obras necesarias para que sea ese Palacio Municipal que quiere la mayoría de los torrelaveguenses”.
LOS TRABAJOS
La actuación a acometer tiene como objetivo consolidar la cimentación del palacio municipal de Torrelavega mediante su recalce y estabilización dada las patologías de asentamiento severo en la zona central del edificio.
Dentro de estas actuaciones se incluyen: los trabajos previos de desmontaje de servicios afectados e instalaciones que interfieren en el recalce, demoliciones de solera y excavaciones; ejecución del recalce; relleno y reposición de zonas dañadas (escaleras de entrada y solera en planta baja).
Durante los trabajos de recalce del edificio se ha detectado una capa de material muy blando entre los cantos rodados de los primeros metros y el terreno competente. Ante dicha situación y las dificultades de perforación con el sistema inicialmente previsto se ha tenido que modificar la técnica de recalce del edificio.
Para el recalce del edificio se está utilizando un sistema basado en la realización de una mejora del terreno, utilizando la técnica de las inyecciones de fracturación hidráulica del terreno, con lechadas estables de cemento, introducidas a través de tubos manguito de acero por pasadas sucesivas (inyecciones armadas) hasta empotrarse 1 metro en el terreno competente.
El objetivo de dicho tratamiento es consolidar una zona de terreno bajo el edificio afectado que permita la correcta transmisión de esfuerzos a través de la zona actualmente conflictiva y que elimine las afecciones provocadas por los movimientos de asiento que el terreno de apoyo de la cimentación existente pudiera experimentar. Con este tratamiento se consigue una franja de terreno con propiedades resistentes mejoradas y eliminando de forma total y estable en el tiempo las causas que originan la patología.
Durante el proceso de perforación e inyección se realiza un control mediante nivelación continua de los asientos que se producen en el edificio para acotar en todo momento y limitar las afecciones producidas por dichos trabajos.