Góspel y el último ‘Miércoles íntimo’ del año son las propuestas del Palacio de Festivales para esta semana
El Palacio de Festivales de Cantabria ha programado para la esta semana dos propuestas artísticas que pasan por el último ‘Miércoles íntimo’ del año y el recital góspel que ofrecerá el jueves The Black Heritage Choir.
El miércoles 21 de diciembre el Escenario Argenta acogerá el espectáculo de danza ‘Díptico sobre la caída’ con Marina Pravkina y Adrián Vega, que ofrecerán el programa titulado ‘Grooves’ y cuenta con la producción musical de Cengiz Ulusakhin.
Ya el jueves la programación del Palacio de Festivales recupera el género del góspel con la propuesta ‘Amazing Grace 50th. A gospel celebration to Aretha Franklin’ que llega a la sala Argenta a partir de las 19.30 horas.
Se trata de un tributo a uno de los discos más bellos de la música del siglo XX y a una artista inolvidable y en el espectáculo se presentan íntegramente las canciones del LP original y algunos hits de Aretha Franklin.
GROOVES
Miércoles 21 de diciembre. Escenario Argenta. 19:30 h
‘Díptico sobre la caída’ nace en 2020 a partir del silencio que se produce durante los primeros meses de pandemia. La necesidad de vinculación, de apego y expresar un sentimiento de caída en el abismo se manifiesta en dos coreografías totalmente diferente, aunque con un punto de vista muy similar. Por esto, Marina y Adrián decidieron apoyarse mutuamente para separar las direcciones y poder explorar los universos individuales de manera conjunta.
‘Grooves’ es el resultado de la búsqueda de la esencia del clubbing. Los movimientos cotidianos dentro de un club inspiran a esta pieza para crear partituras de grooves que incluyen movimientos de dj´s, bailarines y la multitud en forma de dúo y lo transmiten al público. Marina Pravkina busca la esencia del groove en la pulsación que ha quedado latente en la sociedad tras el cierre en 2020 de los grandes templos musicales, esos espacios que sirvieron para escapar, reflexionar y trascender lo individual para llegar a lo colectivo.
En apariencia abstracta ‘We are just okey’ es un abanico de relatos, sugerencias, ideas y reflexiones que exigen la complicidad e imaginación del que mira. La propuesta se construye a partir del concepto de la caída y evoluciona hacia el sonido del impacto y las calidades del abismo, la pérdida de la verticalidad, el cansancio, la transformación donde aparecen nuevas acciones con relación a la caída que tienen que ver con colocarse, lanzarse y tirarse.
Marina Pravkina y Adrián Vega se conocen dentro del contexto de las batallas de hip hop en el año 2011. Gracias a los intereses comunes comienzan a colaborar organizando talleres en Grecia, Bielorrusia, Rusia y España. En 2018 comienzan trabajar juntos en propuestas como ‘Sujeto 725’ y ‘Re. Titled’ (pieza ganadora en Sabadell 2020).
Marina Pravkina es una artista que actualmente reside en Barcelona y se percibe a sí misma desde la filosofía ‘jazz not jazz’. En 2016 comienza a organizar los primeros encuentros JazzBetween donde su principal atención está en la experimentación y retroalimentación entre la música en vivo y la danza sin etiquetas. Este proyecto acaba exportando a Tokio, a Bratislava, hasta quedar residente en Barcelona como una de las sesiones de jazz más vanguardistas de la ciudad condal y actualmente residente en el Graner. Su interés radica en la renovación de la relación entre la danza y la música, entre la cultura del jazz y las formas contemporáneas de hacer sonido y movimiento.
Adrián Vega, artista premiado en el certamen coreográfico de Madrid 2021, es coreógrafo graduado en el Institut del Teatre, profesor invitado en el conservatorio profesional de danza de Barcelona y se considera un artista post hip hop que trabaja desde la danza, su interés y quehacer coreográfico reside en la hibridación y especulación de los lenguajes del movimiento.
En este espacio es donde se siente más cómodo para generar patrones de improvisación y composición instantánea que ha recopilado de las danzas urbanas, la danza contemporánea y el flamenco, donde se siente libre de explorar la forma a través de la experimentación sonora.
GOSPEL
‘Amazing Grace 50th. A gospel celebration to Aretha Franklin’
The Black Heritage Choir. Jueves 22 de diciembre. Sala Argenta. 19:30 h
Tributo a uno de los discos más bellos de la música popular del siglo XX y a una artista inolvidable.
‘Amazing Grace. A gospel celebration to Aretha Franklin’ conmemora en el cincuenta aniversario una de las grabaciones que más ha influido y continúa haciéndolo en los estándares de interpretación de la música afroamericana. Esta producción, que presenta íntegramente las canciones del LP original y algunos hits de Aretha Franklin, no hubiera sido posible sin la participación apasionada de los protagonistas de esta historia: The Black Heritage Choir, una selección de cantantes de Mississippi Mass Choir que bajo la dirección musical de Jerry Calvin Smith, organista de la Grater Fairview Missionary Baptist Church, profesor de la Jackson State University y pianista de la gran coral del estado de Mississippi, traerán de vuelta a Europa el sonido del góspel.
Aretha Franklin grabó ‘Amazing Grace’ en el corazón negro de Los Angeles hace cincuenta años. El 13 y el 14 de enero de 1972, en una pequeña iglesia del barrio de Watts, la New Temple Missionary Baptist Church volvió a ser la hija del predicador y dejó para la historia del góspel, con la colaboración de James Cleveland y la coral Southern California Community Choir, su disco más vendido. Entre la expectante audiencia de fans del barrio y un puñado de hipsters californianos brillaban algunas estrellas de la América negra y una leyenda del rock internacional que todavía no sabía que era inmortal. Clara Ward, una de las grandes influencias de Aretha y fundadora de las Famous Ward Singers, el Reverendo CL Franklin, el hombre con la voz de un millón de dólares, padre de la ‘reina del soul’ y principal apoyo de Martin Luther King y un jovencísimo Mick Jagger, que siempre reconoció su deuda con generaciones de bluesmen y músicos anónimos.
El espectáculo ‘Amazing Grace’ tiene un eco de la magia que solo pueden tener los conciertos en directo, hechos de calor, de humanidad y de alegría. Es también un canto de nostalgia por los buenos viejos tiempos y una emotiva reivindicación de los hombres y mujeres que hicieron posible desde las iglesias negras de los Estados Unidos la cultura del góspel.