Los sindicatos denuncian que «el Ayuntamiento de Santander desahucia a la Policía Local» y los fallos de la emisora ponen en peligro a los agentes
Los sindicatos UGT, CCOO, APL-B/USO y SIEP advierten que las emisoras de la Policía local de Santander continúan sin funcionar, un «periplo» que comenzó hace seis años y se complica aún más en estas fechas, «cuando las incidencias pueden aumentar hasta un 40% más el volumen de trabajo».
Las centrales sindicales denuncian «la dejadez y falta de compromiso para llegar a una solución del Ayuntamiento de Santander, que después de haberse gastado más de 400.000 euros sigue echando el dinero en saco roto sin ninguna previsión ni informe que garantice que el sistema pueda funcionar, mientras se sigue jugando con la convivencia de la ciudadanía y la salud de las personas trabajadoras».
«Instamos al consistorio a estudiar o proponer otras alternativas o volver al sistema anterior a la mayor brevedad, como se ha solicitado en las reuniones», advierten los sindicatos, que, de lo contrario, no descartan «tomar otras acciones legales y reivindicativas para salvaguardar el bienestar de las y los trabajadores».
«Ha habido innumerables reuniones y hemos denunciado estos hechos ante la Inspección de Trabajo, pero la falta de pericia en apretar el botón, tener que levantar el brazo para que la emisora coja más cobertura o que el sistema no está hecho para ser utilizado dentro de los vehículos policiales continúa», insiste la representación de las y los trabajadores.
SEIS AÑOS SIN EMISORA
Como han señalado en anteriores ocasiones, los sindicatos inciden en que «hace seis años, la plantilla utilizaba medio técnicos facilitados por el Gobierno de Cantabria y las emisoras contaban con cobertura excelente y conexión con otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de modo que la coordinación era posible con solo tocar un botón en caso de situaciones graves».
El equipo de gobierno de Santander cambió el sistema a la finalización del contrato con la empresa suministradora hasta ese momento, SIRDE, «a pesar de que no hay ningún informe técnico que avale dicho cambio», incide la representación de las y los trabajadores, que se pregunta «por qué un Ayuntamiento decide montar un sistema independiente, no sabemos si piensan que si hubiese un apocalipsis la ciudad estaría a salvo».
«Esta situación conlleva un empeoramiento en las condiciones de trabajo y una falta de seguridad de policía y bomberos, cuya vida se llega a poner en serio peligro, además de la impotencia que genera no poder llevar a cabo de forma eficaz el desempeño de sus funciones por un sistema que, como ha demostrado incluso una auditoría externa y miles de pruebas, no funciona», alertan los sindicatos.
Por un lado, porque «no pueden diligenciar con brevedad todas las circunstancias derivadas de su puesto de trabajo, como pedir ambulancias, solicitar datos, requisitorias o permisos, y deben hacerlo todo a través de sus teléfonos particulares, por lo que la central para llamadas entrantes de la ciudadanía está colapsada, con la gravedad de aquellas llamadas de auxilio que necesitan una rápida actuación». «Es insostenible la impotencia de estos trabajadores por no poder llevar a cabo de forma eficaz el desempeño de sus funciones»,
Por otro lado, las centrales sindicales indican «el peligro al que se ven sometidos los agentes en aquellas agresiones y peleas donde no pueden comunicar ni con el Centro de Coordinación ni con los propios compañeros para en estas situaciones donde la salud física de los trabajadores queda expuesta a la naturaleza jurídica de los hechos».