Santander Hábitat Futuro, el documento que recoge el Nuevo Modelo de Ciudad de cara al próximo Plan General de Ordenación Urbana, también examina desde la perspectiva de la ciudad de los 15 minutos el papel de la cultura.

Y si bien enumera detenidamente equipamientos de referencia como el Centro Botín, el futuro Proyecto Pereda, también analiza la red de equipamientos más cercanos, en los propios barrios (el plan llega a definir con detalle 32 barrios en la ciudad, como unidad mínima de detalle para las acciones).

Y concluye que sólo 15 de los 32 barrios cuentan con equipamiento cultural de proximidad.  Ligado a la participación vecinal, añade que entornos  Peñacastillo-Hermanos Calderón, El Sardinero y Valdenoja carecen de asociaciones vecinales y Centros Cívicos.

El indicador global refleja como los barrios del suroeste junto con El Sardinero y Valdenoja son los que presentan perores condiciones desde el punto de vista de la participación, la cultura y el patrimonio.

Mientras, los barrios con mayor  identidad como Cueto, Castilla-Hermida y el Barrio Pesquero gozan de un tejido asociativo más dinámico, así como de mayores dotaciones culturales que refuerzan la actividad creativa y comunitaria, y la zona  Centro destaca por sus numerosos bienes patrimoniales.

La red de equipamientos culturales de proximidad, centros cívicos y bibliotecas se muestra insuficiente tanto en dotación como en cobertura, en barrios como Peñacastillo, Cajo-Campogiro, S20-La Torre, El Sardinero y Pérez Galdós Reina Victoria, que carecen de centros culturales de proximidad, al igual que carecen de asociaciones vecinales lo que es un síntoma de falta de actividad vecinal y cultural de proximidad.

Desde el punto de vista de la programación cultural observan que tanto la programación general de eventos como las actividades para jóvenes se producen casi exclusivamente en el Centro de la ciudad, desaprovechando oportunidades de emplazamiento en barrios mejor conectados con el entorno natural y dejando sin oportunidades culturales cercanas a la juventud de los barrios periféricos.

PROGRAMACIÓN CULTURAL DE PROXIMIDAD EN COLEGIOS E INSTITUTOS

Por tanto, en materia cultural, además de acciones de protección del patrimonio y elementos de la memoria colectiva, se reivindica la cultura de proximidad,  mediante los programas de la fundación Santander Creativa y Tabacalera.

Se busca el acercamiento de la cultura a los barrios a través de programación cultural en patios y plazas, y la programación cultural en institutos y colegios o la apertura y equipamiento de los patios escolares.

Se apuesta por programas de fomento de la memoria de barrio; la identificación y señalización de hitos históricos, eventos y edificios del patrimonio ordinario de la memoria popular; la recuperación o desarrollo de fiestas, eventos populares, vinculados a sectores creativos, y el desarrollo de manifestaciones artísticas (murales, instalaciones, performances) en espacios abiertos públicos y privados.

También se contemplan programas de apoyo a la diversidad, intergeneracional e intercultural, y de patrimonio ciudadano, con la cesión y uso provisional de solares.

Entre las propuestas se encuentra la creación de un programa municipal que realice una oferta cultural a los colegios de primaria e institutos de Santander, en una iniciativa que  se vincula con la Fundación Santander Creativa como principal entidad pública y abarca esta necesidad de vincular el tejido cultural con el formativo desde la base.

Tal y como señalan, el fomento de actividades a escala barrio y equipamientos multidisciplinares fomenta el contacto de este sector de la población con la cultura inclusiva a promover.

LA DARSENA DE MALIAÑO Y EL CANAL DE RAOS COMO PRÓXIMOS ESPACIOS CULTURALES DE REFERENCIA

Al  margen de esta cultura de proximidad y de medidas de fortalecimiento de la red cultural, Santander Hábitat Futuro también mira a la creación de nuevas infraestructuras “de gran impacto” que abarquen espacios  de producción, investigación, intercambio y pensamiento.

En esta línea, citan proyectos como  la regeneración de la dársena de Maliaño y el canal de Raos, que casan con el Plan Director de Cultura en el que se habla de regenerar espacios urbanos en desuso.

La recuperación de la dársena de Maliaño a la ciudad libera edificios portuarios a proteger como son los silos, un patrimonio industrial con capacidad de alojar nuevas sedes culturales o asociadas de gran impacto internacional.

Por su parte, el Canal de Raos tendrá el potencial de convertirse en uno de los nuevos recursos culturales metropolitano en el arco de la Bahía.