Los mayores efectos del dique de la Magdalena han sido negativos
Una investigación de las Universidades de Oviedo y Extremadura evaluando los efectos de la construcción del dique en la playa de la Magdalena concluye que «en una playa semiurbana como ésta, se debe apostar por una gestión blanda, con aportes arenosos puntuales cuando sea necesario o trasladando el excedente desde Gamazo y la Fenómeno al resto de playas, de modo que ese sedimento no se pierda».
Esta investigación, que ha sido publicada en la revista ‘Remote Sensing’, una de las mejores del mundo en su especialidad, expone que tras la construcción del dique, se ha producido un cambio del perfil de las
playas, donde se ha producido un aumento de volumen de arena en el entorno del balneario donde se situó el dique y en la Fenómeno (484,28 m3), mientras que el resto del sistema ha perdido 23.434,12 m3 en menos de 3 años (desde noviembre de 2018 hasta abril de 2021). La playa de los Bikinis ha quedado al margen de las restantes playas, aunque en el contacto con el dique perdió 109,47 m3 de arena.
Destaca esta investigación, entre otros efectos, la pérdida de material en la parte baja de la playa (intermareal), donde han quedado al descubierto restos de obra y abundante material de escombro, además del afloramiento del antiguo embarcadero de “El Puentuco”, cuya estampa ya es fija entre la Magdalena y los Peligros. «Además, los temporales afectan negativamente a las playas, no solamente con pérdidas importantes de volumen, sino que han provocado también la rotura de la rampa de acceso a la playa de los Peligros y el desprendimiento del acantilado de esta playa (8 de diciembre de 2020) por descalce del oleaje que, en un principio, solo se achacó a las lluvias».
Como efecto positivo, el estudio destaca que se ha formado otra playa lineal en la zona de la Fenómeno, sobre el muelle de la explanada de San Martín, de donde puntualmente se sacaba arena para nutrir a las anteriores, y en laensenada de “Gamazo”, donde antiguamente solo afloraban bajos rocosos. «Esto demuestra que la mayor parte del material perdido en la Magdalena y los Peligros se transporta hacia este sector trasero».
EL ESTUDIO
Para este estudio se ha utilizado tecnología puntera en los ámbitos de la Cartografía, Geodesia y Fotogrametría. En primer lugar y como antecedente, se han realizado restituciones fotogramétricas precisas sobre las fotografías aéreas disponibles desde el año 2005 hasta el año 2017, para comprobar los cambios en el perfil de las playas. Posteriormente, una vez finalizado el dique a principios de verano de 2018, se inició una serie de campañas mediante escáner láser terrestre, justo desde noviembre de 2018 hasta la última campaña en abril de 2021, para así poder calcular las variaciones tanto en el perfil como el volumen de arena ganado o perdido en cada zona tras la construcción de esta estructura.
En el periodo, desde 2010 a 2018, el balance final tiene una pérdida de arena. de 3.094,7 m3 y que sirvió de excusa para justificar la obra. En este periodo, la gestión consistió en el aporte puntual cada cierto tiempo de sedimentos por trasvase desde la playa de la Fenómeno, después de fuertes temporales.
El proyecto de construcción de este dique y otro en el extremo de la playa de los Peligros, que no se llegó a realizar, pretendía no tener que verter más sedimento, considerando que el sistema sería estable a partir de ese momento.
Los autores de la investigación han sido Germán Flor Rodríguez, Germán Flor Blanco (Universidad de Oviedo), Manuel Sánchez Fernández y José Juan de Sanjosé Blasco (Universidad de Extremadura), con importantes vínculos con la ciudad de Santander, que subraya la importancia de realizar estudios multidisciplinares que incorporen medidas reales de gran precisión y poseer un conocimiento amplio y profundo de la dinámica y la sedimentación de este tipo de ambientes.
El estudio se inscribe además en el proyecto vinculado al grupo de investigación internacional UNESCO IGCP 725 Forecasting Coastal Change y a los grupos de investigación GEOCANTABRICA (Universidad de Oviedo) y NEXUS (Universidad de Extremadura).
Estos investigadores llevan décadas trabajando en la costa cántabra, habiendo conseguido ampliar los conocimientos sobre estuarios (Tina Mayor, Tina Menor, San Vicente de la Barquera, Santander y Suances), dunas (Liencres, Somo-Loredo) y recesión de acantilados (Gerra, Erillo y Costa Quebrada). Como demostración del importante conocimiento del sistema de Santander, los autores han publicado artículos sobre la evolución del estuario de Santander, el control de la recesión del sistema dunar de SomoLoredo y el retroceso del acantilado de Gerra
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