“Sin calefacción ni agua caliente ni promoción interna ni comunicaciones”
“Los trabajadores municipales llevamos meses sin disponer de calefacción ni agua caliente en las duchas desde que se averió la caldera de la comisaría de Santander en noviembre del pasado año. Pedimos una solución urgente”, denuncia Manuel Garzón, delegado de CSIF en la Policía local de la capital cántabra. Así las cosas, el profesional remitió ayer un escrito ante el Ayuntamiento recordando que las “condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben suponer un riesgo para la seguridad y la salud” de los servidores públicos quienes, al término de su jornada laboral, se ven obligados a ducharse con agua fría y a pasar el invierno, noches incluidas, a una temperatura claramente inadecuada.
Una gota más sobre un vaso desbordado hace ya tiempo debido a la situación de precariedad que sufre el cuerpo de seguridad acuciado por múltiples problemáticas. De hecho, Garzón subraya que la ciudad, únicamente cuenta a día de hoy, con cerca de 201 efectivos, aunque la ratio marca que deberían ser 260 y Europa recomienda un total de 310.
Por ello, el representante de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) demanda nuevamente información acerca de los procesos selectivos que se encuentran paralizados, pese a ser necesarios para cumplir la normativa. No en vano, continúan pendientes de provisión 29 puestos de Policía Local y otros 5 por turno de movilidad, además de la plaza de Intendente. Esta última reviste especial gravedad. “Tememos que no se ejecute la oferta. Lamentablemente, es una idea que cobra fuerza entre el personal, puesto que a día de hoy ni siquiera se ha confeccionado el tribunal”. Visto lo visto, “aconsejamos que cada uno de los 25 participantes inscritos en dicha oferta soliciten también por escrito la ejecución de la plaza de Intendente”, plantea Garzón.
A la desidia institucional relativa a los medios humanos se suma el desastre material que sufre la Policía local en sus comunicaciones desde el 2016. Fue entonces cuando se decidió cambiar el sistema que utilizan, además, Protección Civil, Bomberos y Agentes de Movilidad. Así el Gobierno local sustituyó una tecnología que “funcionaba perfectamente” y, por si fuese poco, resultaba gratuita para las arcas municipales -al ser sufragada por el Gobierno de Cantabria- por un conjunto de emisoras y repetidores, valorado en 220.000 euros, que “falla desde que se instaló hace ya seis años”, denuncia Garzón.
A este respecto, una auditoría externa, efectuada allá por el año 2018, concluyó que el sistema fallaba en casi el 80% de los casos, de manera que 4 de cada 5 veces los profesionales se hayan expuestos y deben usar sus propios teléfonos móviles a fin de prestar el mejor servicio posible a los ciudadanos. Problema que continúa a día de hoy y puede desembocar en una tragedia fácilmente evitable.
En esta misma línea, entre las últimas deficiencias manifiestas, cabe destacar la falta de chalecos antibalas. “Tras haberlo pedido durante años, parecía que el problema se iba a solucionar, pero la licitación se ha paralizado y seguimos sin una protección que es vital”, explica el delegado de CSIF.
Por último, Garzón rememora que han pasado otros cuatro años desde que arrancaron las obras de la nueva sede de la Policía local en Camarreal, aunque el edificio continúa con “problemas serios de humedades” en la planta subterránea y en espera de recibir las cámaras de seguridad y los equipamientos informáticos. Por este motivo, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios exige, una vez más, poder visitar las instalaciones.
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